Podría ser peor

Estoy en el escritorio de mi oficina, viendo los errores de mi anterior post, querido Diario. (No vuelvo a postear desde mi BB).

Escucho algo de jazz y estoy pensando en ir a cenar burritos, de pronto se me antojó.

Hay 34 mensajes sin leer en mi celular. Lo dicho: Diciembre es el mejor mes para cazar un amante, todos se sienten vulnerables, y lo más importante: Solos.

No hay nadie que yo conozca, querido diario, que pueda hacer algo efectivo contra la soledad. Pero yo juego con ella todos los días a las escondidas en mi casa...

Espero que nunca me encuentre. A la fecha vamos 30 a cero y eso, ya es un récord.

La curiosidad mató al gato

De todas las cosas que podía imaginar que pasaran en mi vida, querido diario, me sucedió hoy.
Volvía de comer de aquel lugar de ensaladas cuando al sentarme en mi escritorio me percate de un recado de mi secretaria: licenciada, le llamó la Lic. Contreras.

¿Se habría enterado de lo nuestro la novia del niño abogado? Tomé un respiro y marque en mi móvil el teléfono que dejo en el recado.

- Ya me enteré Dolores.
- ¿Apenas te enteras de lo de wikileaks?- Quise reírme un poco.
- Me sorprende todo esto pero ya me lo confesó todo Dolores.
- Dame un minuto Cristina, ¿Planeas que adivine de que demonios me estas hablando?
- Ernesto me dijo que estuvo loco por ti y que...
- Ok, quiero creer que conoces la diferencia entre verbos en pasado y en presente...
- No trates de ser graciosa conmigo, no te queda.
- No trates de ser la víctima en todo esto, no te queda. Voy a ser muy sincera contigo, no porque te odie o porque quiera que lo de ustedes no funcione, sinceramente poco me interesa, más bien porque quiero que dejes de hacerme perder el tiempo de esta manera. Tuvimos Ernesto y yo un tipo de romance, no fue la gran cosa, nisiquiera hubo sexo, pero eso fue mucho antes de que ustedes dos comenzaran con algo serio. Ahora, repito, si no conoces la diferencia entre el pasado y el presente, regresa a la primaria, yo no tengo porque darte explicaciones de nada.

Después de un silencio, no tuvo mejor opción que contarle. Sentí pena por ella, no se merece sufrir con el pensamiento constante de que su hombre esta pensando todos los días en alguien que no eres tú, pero repito, ese no es mi problema.

Aunque debo admitir que me dio curiosidad saber porque lo supo. ¿Ernesto se lo confesó todo? Imagino que lo vio hacer esa cara de nostalgia, esa que hubo hecho cuando alguien le preguntó algo de su anterior jefa.

Curiosidad.
Ojalá y se haya puesto nervioso.
Seguro le tembló la voz y le sudaron las manos.
Puedo apostar que hasta tartamudeo.

Me voy a la cama pensando en ese estrujo que hizo el corazón de esa mujer cada que escucha mi nombre, cada vez que su hombre se acuerda de mí.

Confesiones (Parte uno)

A mi se me hace que me están espiando.
Nada me hace llorar. Sólo mis ojos se llenan de lágrimas pero jamás salen.
Mis tacones suenan fuerte.
Odio la música de Luis Miguel.
Los que se visten con tenis y jeans rotos me dan "cosita".
No doy propina en los auto lavados.
Tomo tres tazas de café al día, mínimo.
No me separo de mi celular.

Soy una mujer que cree que desahogarse con margaritas es demasiado aburrido.

Curiosa

Querido Diario, te mentí un poco. Debo de ser honesta, trato de hacerlo, pero la verdad es que todos nosotros buscamos que nuestra vida sea un poco más, interesante.


Cuando Darío me dijo entre bromas, hace como un mes, que se iba a casar, no le creí nada. Ya lo ha hecho otras veces, y me hacía sonrojar cuando al terminar de decirme las cosas tan hermosas que planeaba hacer en su boda, culminaba con un: Pero voy a pensar todo el tiempo en ti.


Pensaba que era una de esas frases de galán barato para que yo siguiera pensando en él. Igual y si, podría pasar que yo me quedara en una especie de limbo de vez en cuando pensando en lo terriblemente cursi que sería que un hombre estuviera pensando toda su boda en otra mujer que no fuese su esposa.


En mi.
Creo que no calculé las cosas, querido diario. Pero todas esas veces sabía que estaba mintiendo. Hasta hoy.


Que me contaron la verdad.
Fue cierto.


El fin de semana pasado Darío se casó y en un arranque (el primero en su matrimonio) le gritó a su esposa llamándola por mi nombre. Fue todo un shock, su ahora esposa se llama Diana y le gritó llamándola "egocéntrica Dolores". Sus ahora suegros querían matarlo, su esposa echó a perder las horas gastadas en el salón de belleza, su hermano le dejó el ojo morado.


Yo estoy como pasmada.


¿Cuántas veces un hombre te dice la verdad?


No sé si lo vuelva a ver, pero no puedo evitar la curiosidad de preguntarle:

¿Qué se siente casarte con alguien a quien no amas?