Da la casualidad, que las casualidades no existen.
Me imagino prometiendole a alguien amor eterno y las náuseas aparecen.
Es que yo no soy de esas y miren que lo he intentado.
A noche soñé con él. Da la casualidad (osea nada) que a veces me pasa (osea nunca) que creo (porque creer y dudar nos hace humanos) que él y yo podemos ser algo, pero luego ese algo se esfuma porque yo soy algo amorfo. Sólo entonces me retracto de mis sentimientos y los escondo hasta atrás del archivero. Con el temor de algún día (el menos esperado) los encuentre retándome burlónes.
Seguido me doy tiempo para irte a buscar, en tu oficina y coquetearte un poco. Te gusta, lo sé. Pero sólo un poco, no quiero que conozcas todas mis zapatillas... Hoy se me da la gana de que conozcas mis pies desnudos... Desnudarás la mente conmigo, porque a mi lado nunca tendrás nada seguro.
No porque no quiera, porque nada en esta vida, es seguro.
5 comentarios:
Se me hace que no es seguro que estés tna segura; seguramente por ello, seguirás por un camino... nada seguro...
P.S.- HEY !!! A "azulearse" a otro lado, eh?!
Bueno no, "azuleate" aquí y en dónde te venga en gana... que caray...
Y para que quieres la seguridad? que esa (la seguridad) no es para los cobardes?
Hey! Ya date un chance, no seas cobarde. Amar por un ratito no es ni siquiera pecado.
Un beso casual
Exenio: Nada seguro you're right.
Creo que si, Pablo, tienes también mucha razón.
Cache querido, el amor siempre provoca dolores de cabeza.
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