Regalo tempranero de navidad

La verdad es que soy una mala persona. Y las malas personas no tienen derecho a pedir nada. Ni a nadie. Entonces ya que sé que yo soy quien tiene que conseguirse regalos para aprender a disfrutarlos.
Ya sabes querido diario que lo del cliente no prosperó. Ya sabes. Lo que creo que no sabías es que ya fue tiempo para conseguirse calor en la cama, tu sabes, es que hace mucho frío.
Todo empezó en la pre-posada que tuvo a bien organizar el despacho. Yo mujer pegándole a los 30 únicamente fui para verificar a que mujer podía hacerle la vida imposible y a que hombre podía hacerle la vida mucho más fácil.
Y encontré a un par de buenos candidatos.
Resulta que una clienta de un colega mío, llevó a su esposo. Hombre extremadamente delgado pero con un sello distintivo: Unos labios deliciosos. Me le arrojé encima tan sólo para probar por una vez sus besos... Pese a que con ello traería consigo a la latosa esposa.
No es que la clienta sea una mala mujer, es que es muy lenta, tarda y zurda. Esas mujeres cansan a los dos años y ellos ya tienen 3 de casados. La mujer es linda, pero carente de sensualidad, es simplona y se ríe con chistes estúpidos a la menor provocación. El hombre parecía frustrado, de seguro su mujer no le cumple todas las noches, como debe de ser.
Entonces, tuve que intervenir querido diario y es que ¿Quién soy yo para negar regalos al mundo? El mundo me necesita, soy el completo equilibrio.
Por esa razón lo invité a bailar. Se mueve increíble querido diario, eso me dio la pauta para sospechar (con acertada razón) que sería buenísima adquisición para una fiesta en mi cama. Su esposa me veía como gente de confianza así que no pasó de mirarme discretamente un par de reiteradas ocasiones, después me lo dejo completo para mi. Tuve exactamente 04:51 minutos para seducirlo y con eso bastó.
Le pedí que ciñera más mi cintura, que me estaba encantando como me guiaba por las esquinas del ritmo de aquella vieja canción. No tardó ni tres segundos en hacerlo y le lancé, como era debido, un par de miradas obsenas y afortunadamente entendió todo el mensaje. Tan es así que inmediatamente después de la pieza que bailamos, fue con su esposa para solicitarle los cigarrillos que había dejado en su bolso. Alegó que me invitaría uno y nos fuimos... Al balcón.
Encendió mi cigarrillo al igual que mis bajas pasiones. Es que tu sabes querido diario lo mucho que me prende las terminaciones nerviosas del final de la espalda de los hombres, esta vez también era maravillosa la vista.
Terminaba de exhalar cuando los dos nos dirigimos en dirección que terminó en un mismo destino: Nuestras bocas. Fue delicioso, intenso y lleno de atrevimiento... Y es que como descubrí tiempo después en mi saco, el siguiente mensaje:
"La cobardía es asunto de hombres,
no de los amantes.
Los amores cobardes no llegan a historias ni nada se queda ahí".
Bendita historia.
Y entonces, querido diario, ya abrí mi primer regalo de navidad, como siempre, contraria a la tradición familiar.

Dejar de creer

Hace mucho que dejé de creer en los hombres, no en plan ardido mi querido diario y lo sabes bien. Simplemente porque la etapa del enamoramiento, tanto a hombres como a mujeres, nos transforma en lo que "la otra persona quisiera que fueras" y ¿todo para que? Para terminar en un revolcón (en el mejor de los casos) pero que discretamente, terminas por darte cuenta que el espejismo se viene a bajo y en algunas ocasiones ya necesitas divorciarte.
Entonces si ambos mentimos, en ciertas cosas y cedemos en otras, ¿Para que creer?
Siempre supuse que me encontraría por ahí a algún hombre que estuviera dispuesto a imperar desde su punto de vista hasta sus gustos gastronómicos, pero lo cierto es que "por quedar bien" una a veces se confunde y ya no logra dilucidar si es que está siendo cortes, te está dando el avión o simplemente piensa en otra vieja encuerada mientras tu hablas. O puede ser que se esté muriendo de ganas por contestarte que tienes la boca atascada de errores.
Como ya sabrás querido diario, hasta hace algunos días vivía atrapada en ese juego de seducción que todos alguna vez hemos disfrutado a lo largo de nuestras vidas. El hombre vivaz en cuestión es simplemente encantador pero falsamente esperanzador.
A veces quiere hacer imperar una decisión pero es débil ante una falda corta y medias de red (aunado a un lápiz labial rojo) y eso me decepcionó bastante.
En fin, terminamos siendo cordiales después de un atasque que tuvimos de hormonas, a ambos se nos subió a la cabeza la embriaguez de la pasión y terminamos por darnos unos besos del tamaño del mundo una noche cualquiera. Pero hasta ahí.
Y entonces ni pasión ni sexo ni coqueteos siguieron su curso.
Como que se acabó esa tensión sexual ¿sabes querido diario? Y ante su doblez de masculinidad y mi poco interés, la posible relación terminó siendo sólo un recuerdo de unos buenos besos. Porque eso sí, besa riquísimo el señor. Pero ninguno de los dos nos atrevimos a más.
Llámanos cobardes, flojos, sin chiste, desanimados, fastidiosos o como quiera que sea, querido diario, pero la verdad me parece que los dos, dejamos de creer el uno en el otro.

Fin.

Tresdediciembre


Hoy cumple años el hijoeputa del amor de mi vida.

Tienes 32 años. Qué horror. Espero que las velas en tu pastel te hagan entender que el tiempo se te está saliendo de las manos. Si yo fuera tu, me casaría con la mojigata que tienes por novia, esa mujer gris que tiene como mil años contigo. No te quede más. De mi parte, sólo quería decirte que reconozco que eres eso que llaman "amor de la vida" mía. Pero como suelen decir por ahí: La mayoría de las veces, uno no se casa con el amor de su vida. Yo, chica promedio, no pude ser la excepción. No me deprimo, aprendí a superarlo, ya lo sabes. Pese a que llegaste proponiéndome matrimonio... Te rechacé por el simple hecho de que, eres un hijo de puta.
& Then: Felicidades.
O no.

Así se empiezan las grandes historias de amor... O terminan.

Lo conocí porque nadie quería tomar ese caso. Un intestado.

Ya sabes querido diario lo difíciles y complicados (por no decir eternos) que son esos juicios, pero la verdad es que lo tomé porque hay de por medio mucho dinero y yo huelo el dinero, como sabes ya querido diario y a ti, no te puedo mentir.

Nos reunimos en antara polanco, uno de esos lugares que existen en el D.F. a los que no me gusta ir porque se deja apreciar la poca idiosincrasia del mexicano mira que comprar cosas exclusivas en un lugar construido casi junto a las vías del tren ¿Qué tipo de glamour tiene?

En fin.

Llegue tarde, sensualmente tarde. Él ya estaba sentado en una mesa fuera de starbucks.

- ¿Licenciada Suárez?- Me pregunta políticamente correcto.

- Así es, usted debe ser el Sr. Fuentes - Cínicamente respondí.

- ¿Malboro blancos o camel grises?

Me sorprendió a sobre manera, pero no dejé que me intimidara. Pero siguió la pregunta en mi ser: ¿De cuando acá un cliente se preocupa por saber que cigarros fuma su abogada?

- Camel, gracias por la consideración pero me temo que no le podré hacer descuento en mis honorarios. - Traté de ser graciosa, sin ningún efecto aparente.

- Le contaré rápido licenciada, la verdad hablar de todo esto me produce una terrible jaqueca.

Saqué mi libreta y él comenzó a hablar. Me alejé por todo ese momento de lo bien que lucía, de la loción penetrante que le hacía cosquillas a mi nariz. Me olvidé de que posiblemente podría proporcionarle un beso desgarrador... Me concentré en el asunto.

Después de dos horas y media de arduo trabajo, me tomó de la mano y dijo un aliviado: Gracias licenciada ¿Ahora te puedo tutear?

Tomada por sorpresa dije que si.

Comenzó con un leve tratado de lo que él, contador público, pensaba respecto del caso en particular, tan allegado a la realidad que me sorprendió, de nueva cuenta, pero no dejé que se me notara. Después de que terminó su teoría le dije: Veo que alguien ha estudiado, pero derivado de que únicamente uno de los dos tiene cédula profesional de licenciada en derecho, déjamelo a mi.

- Gracias por hablarme de tu.

- De nada.

Sin embargo mis pies comenzaban a sentir hormigueos prolongados, esto no es para nada normal, me dije y me puse de pie.

- Nos veremos, le dije.

- Eso espero, continuó sin ligereza, sin expectación, sin querer más, sin... Era una simple esperanza.

No vale decir, mi querido diario, que ese mismo día soñé con él. De pie sobre una colina. Sólo eso. Con una bufanda blanca que movía el viento. Me sentía más que enamorada, infatuada.

Más tarde que pronto, lo volví a ver ahora en mi oficina. Pasamos horas platicando, sólo eso. Sin pretensiones ni coqueteos, plática llena de diálogos inteligentes, de un hombre pensante que no quiere pasarse de listo, y que por eso, a mi juicio es más hombre.

Lo abrazaba a mis pensamientos y de vez en cuando me llamaba por teléfono. Siempre con una nueva pregunta sobre el juicio.

Ya realizada la demanda, me acompañó al juzgado y me invitó a desayunar. Que compañía más reconfortante. Me siento en un video clip de Dido sin poder adivinar el final....

Lamentablemente, nos hemos separado un poco y de pronto a mi mente recuerda esas manos, esos ojos increíblemente varoniles que me atraparon en un sólo instante, pero me inundan mis ganas de comportarme inalcanzable.

Hasta ahora no puedo platicarte más, querido diario, tengo mucho trabajo y me impide contarte con detenimiento lo que ha sucedido, pero confórmate con saber que ese hombre, me tiene infatuada, repito.








Introspección necesaria

He tenido algo de trabajo y he aparecido en varios lugares como ausente.
Evidentemente eso ha disminuido mis farras los fines de semana, así como mi vida social, pero poco me ha importado desconectarme del mundo cuando dentro de mi aparece un letrero que dice: "Cerrado por remodelación".
Lo malo de todo esto es que podría durar días, semanas y eso no es tan atractivo para aquellos intrusos de este Diario ¿Verdad?
¿A quién le importa la vida de una abogada quejumbrosa? Luego recapacito y me digo, querido diario, ¿no es para eso que creé este espacio?: Para desahogarme.
No tengo hambre ni sed, pero tengo ganas de devorarme al mundo y tomarme un martini...
...by the way...
Una a veces se siente el centro del universo, a mi no me toca decir si eso está bien o está mal, a mi lo único que me toca es... Comprarme una nueva bolsa que convine con mi estado de ánimo.

Xoxo.

Sencillo

Una trata de hacer siempre las cosas más sencillas:
Respira profundo ante una situación de pánico.


Trabaja rápido para ver a sus hijos temprano.


Ríe en casos de nerviosismo.


Se permite amar cuando se siente solo.

Escribe cuando la frustración llega a la puerta.

Come una paleta de dulce cuando siente amarga la boca.

Mastica un chicle cuando se le olvida su cepillo de dientes.


Las cosas más fáciles.


Me encuentro en un momento de mi vida muy complicado. El trabajo parece que se incrementó en un 200% y no me ha dejado respirar. Los tobillos me duelen tanto que estoy pensando seriamente en dejarlos de usar por un rato, aunque sacrificaría uno de mis encantos, quizá lo que haga es usar un tacón más bajo para la oficina, guardando las zapatillas para juntas y audiencias importantes.


Además de lo anterior, la carrera del amor me tiene en peligro de caer, como ya sabes querido diario, del post anterior, aquél muchacho del que me enamoré en la preparatoria ha regresado para tratar de desmoronarme como lo hizo hace muchos años.


Sabes de lo que te hablo, querido diario, de esas cosquillas en la panza, de ese temblor de mis rodillas tan sólo al escuchar su voz.



El amor es un veneno que te mata dulcemente.- Y no lo dije yo. Me lo dijo, como sabes, una tarde de 26 de abril de 1997. Mi vida evidentemente cambió a partir de ese hecho. No quiero echar culpas de mi vida actual a un sólo momento. La elección estuvo en mis manos y yo la elegí. Tuve la opción de dejar de sentir para dedicarme únicamente a vivir la vida sin el amor, sin ese placebo que a mi me nubló la vista y que me impidió ser, por ejemplo, campeona universitaria de gimnasia olímpica, que me impidió obtener una medalla al mérito, que me impidió hacer una tesis de la cual estuviera orgullosa.


Desde que él apareció mi vida pareció tornarse de un color que no conocía, pero me dejó en el mismo blanco y negro cuando cambió mi corazón por un par de piernas delgadas. No puedo creer que esa mujer le pudiera ofrecer más de lo que yo le ofrecía. Entonces decidí ser como ella: Austera y Egoísta. Malvada y cero pudorosa. Ý le traté de borrar de mi vida. Cuando se dio cuenta del error, ya era demasiado tarde, con honores me había convertido en una mujer frívola que sin ningún pudor de aceptarlo, lo admite sin pesar. Me enorgullece por las historias que he obtenido, porque pese a que ahora estoy sola, nunca me siento vacía, dejada, ultrajada ni triste. Me siento ansiosa, sensual y con el poder de tener todo lo que yo quiera. En pocas palabras: Autosuficiente.


No soy feminista, esas mujeres me aburren, simplemente he decidido ser la antítesis de mi madre, por previa recomendación de mi padre.


Que nunca te alcancen.- Decía. Y yo le estoy cumpliendo al pie de la letra.


Y ahora aparece. Como si no pasara nada. Como si pudiéramos girar en dirección contraria el reloj por doce años. Imposible. Sencillamente imposible.


Me pide que me case con él. ¿Qué tipo de ofrecimiento es ese?

Sin conocernos y sólo por un capricho momentáneo ¿A dónde llegaríamos?


Seré simple y es la promesa que me hago en este momento, por eso no le haré caso al amor jamás, porque es tan complicado que nadie lo entiende, porque duele tanto que no merece estar en nuestro sistema...


Yo seré simple, sencilla.

Sí, si tan sólo yo fuera otra mujer...

Me esperaba, como hace muchos días no lo hacía, al pie de la ventana de mi oficina, yo lo miro extrañada, pero con un dejo de alivio: Otra vez estas ahí.

Me miras y yo sé que tienes los ojos llenos de lágrimas, yo plasmo la palma de mi mano con nuevo manicure en el gran ventanal, pero las lágrimas no salen, temo que se hayan ido para siempre.


Levantas tu mano que sale de la chaqueta que yo hace años te regalé, porque sólo llevabas puesto un sweter mugroso. Haces la seña del saludo, la típica y yo sonrío, con algo tan simple, con algo que sin duda alguna resulta pueril.


Qué lastima que las cosas hubiesen pasado así.
Regreso a mi lugar, apago la computadora y salgo estrepitosamente ruidosa por causa de mis zapatillas y la zancada desesperada que doy. Estoy por salir del despacho cuando me intercepta el dueño del despacho.


- Lic. Suárez, necesito que me revise unas currículas para el nuevo puesto vacante de asociado en el área civil ¿Podría darme ahora mismo su visto bueno?


Tomo un respiro para ordenar mis ideas, me acomodo el cabello, todo parece suceder en cámara increíblemente lenta. Despacio, desesperadamente bochornoso. Entonces respondo con un movimiento afirmativo, cortesía de mi cabeza.


Acepto los folders color manila y regreso a mi oficina. Prendo la luz y temo ya no encontrarte, me da miedo asomarme a la ventana de nuevo y no encontrarte y tener que esperar otros cuatro años para que reaparezcas, tengo miedo y comienzo a sentirme sucia, por todo lo que he pensado por lo que me la he pasado haciendo por haber desterrado al amor de mi vida, por ser una mujer dueña del viento.


Me abrocho el abrigo. Trago saliva y comienzo a leer.


No me concentro, universidades, diplomados, especialidades, cursos, inglés 25% (A propósito ¿Quién pone ese nivel de porcentaje en un CV?) pero sigo temerosa, no puedo ni procesar alguna palabra en voz alta.


Finalmente suena mi celular. Presiono el botón verde, sin decir una sola palabra. Eres tu, estoy segura. Y dices: 7.


Casi sin pensarlo, echo un vistazo a la currícula 7. Efectivamente eres tu.


En cuatro años lograste salir de la carrera, por fin y ahora tienes una maestría en Derecho Civil, trabajaste en más de un despacho de renombre y me dan ganas de abrazarte, de felicitarte y de darte un beso de esos de película tan sólo por sentirme orgullosa de ti.


Pero no. Yo no soy de esas mujeres y cuelgo el teléfono.
Separo tu CV y busco otro candidato, lo encuentro rápidamente, un abogado serio, también maestro en Derecho y te gana en una sola cosa: Experiencia. Trabajó de pasante en Derecho desde los 17 años, ahora tiene 29. Se ve serio, Universidad Panamericana, se denota inteligente.


Salgo fúrica de mi oficina directo a la de mi jefe.


Este es mi elegido, pero por mi, escoge al que quieras.


Mi jefe sonríe - Entonces ese será, licenciada - Gira a verme y con otro tono, un poco más condescendiente, me dice: - Que descance.


Salgo a la calle, la leve lluvia me acompaña. Y entonces me interceptas. Abro el sensor de mi auto y te indico que subas. Subes, empapado. Arranco el motor y piso el acelerador a fondo. Suena Helter-Skelter, no pudo existir una mejor canción que iluminara el momento.


Hay tráfico a las nueve de la noche en Polanco, bajo el vidrio y enciendo un cigarrillo. Continuo con mi celibato de hablar. Y apagas el radio.


- Escuchame Dolores, he pensado en recuperarte, déjame hacerlo, dame otra oportunidad creo que tu y yo podemos ser...


Lo miro atenta a lo que va a decir:
- Cásate conmigo. - Finalmente dices.
- Sí - Contesto.


Ni siquiera te pones contento, me conoces, sabes que habrá un "pero". Yo mantengo la mirada en el camino y las dos manos al volante.


- Sí lo haría... Si tan sólo yo fuera otra mujer.

- Lo eres, no eres esta, quítate el disfraz y escápate conmigo.

- No puedo, este disfraz, como le dices, me ha salvado de morir por amor. Específicamente por el tuyo.


Freno en Moliere y Horacio.


- Bájate - Ordeno.

- Te seguiré y lo sabes.

- Te huiré y lo sabes.

- Me amas y lo sabes.

- Me enseñaste que el amor no existe y lo sabes.

- No te dejaré y lo sabes.

- Si todo lo sabemos ¿Porqué no mejor haces lo que tengas que hacer y dejamos este diálogo idiota?



Te bajas.
Yo esperaré más, aunque esta vez no esté tan segura de hacerlo.


Querido diario, ¿Porqué tenía que regresar precisamente en Octubre?


Precisamente el 22...

Esta canción es para ti

No creas querido diario que se me dio por ser cursi. Nada de eso.
Lo que realmente sucede es que me recordé hace algunos años, cuando vivía de ser una licenciada más, en un despacho más de esta ciudad. Dado que trabajábamos en caballerizas en Ernest & Young, tenía trabajando de frente a un bombón que me encantaba cada vez que pasaba al lado de mi, dejando un rastro de loción que refrescaba todas y cada una de mis hormonas, hasta que ya no pude más y decidí que tenía que ser mío de alguna forma.

Sin duda, y sin menospreciar la belleza femenina, querido diario, cosa que sinceramente nunca hago y nunca haré, debo reconocer que su novia era sinceramente guapa, pero no lo suficientemente encantadora como yo, a los 22 años.

Inevitablemente le pedí el número de su mensajero personal y comenzamos a charlar bajo conversaciones básicas: Primero sobre el clima, luego sobre música, sobre películas, sobre libros, sobre la escuela, sobre novias, sobre ¿te invito un café?, sobre ¿Te gustaría ir a la ópera conmigo?, sobre esas cosas...

Hasta que de pronto me encontraba todos los días comiendo a su lado, esperándolo para que se aplicara y me echara una mirada coqueta y pudiese respondérsela con un pícaro roce de piernas.
Sucedió más pronto que tarde que comenzamos a coquetearnos de una manera tan oculta que hasta la fecha, me excita nada más de volverlo a recordar, me hacía sentir endemoniadamente sexy, desesperadamente sensual.

Un día estaba sirviéndome un café en la sala de descanso cuando llegó, se ubicó detrás de mi; pensó que me asustaría pero lo delató su olor que pude percibir desde metros antes, rozó mi mano y en ese instante cerré los ojos. Me dejé llevar. Dejarse llevar entre las manos de la pasión, el deseo y lo que pueda pasar, es de las mejores cosas que sé hacer.

Puso su rostro entre mi cuello y mi hombro y me susurró: Te deseo.
Loca por el impulso, me deshice de él y regresé a la computadora.

Él hizo lo mismo. Se puso los audífonos simulando trabajar.

Le escribí en el mensajero: Esta canción es para ti.
Se quitó los audífonos y escuchó.



Dos días después estaríamos en un hotel cerca de la oficina, antes de que su novia pasara por él.
Jamás olvidaré ese momento y lo que me hizo sentir.
Recurro a él cada vez que me siento sola.

Hasta compré su loción... Para volver a emocionarme, cerrar los ojos y escuchar su voz bajita: "Te deseo"

Complicado

El problema de una mujer como yo, querido diario, es que muchas veces una extraña brazos, caricias y besos.

Eso no suena del todo mal, entonces podrías preguntarme con la mano en la cintura: ¿Entonces de que te quejas Dolores?

De eso mismo, te contestaría mi querido diario, de que me causa un terrible dolor de cabeza tratar de recordar el nombre de a quien pertenecen esos brazos, esas caricias y esos besos... Una puede llegar a confundirse muchas veces.

Que se haga la Luz.

A estas alturas del partido, hablar de sexo ya no resulta tan rapaz e irresponsable como hablar de Luz y Fuerza del Centro.

Sin embargo, daré mi opinión al respecto.

Es definitivamente cuestionable lo que está haciendo nuestro presidente (perdón: Le pese a quien le pese) derivado a que su decisión se ha convertido en un acto político más que en un acto económico.

Y sí, es político.

Pero no se equivoquen, queridos míos, el plan no era acabar con el sindicato de electricistas que siempre nos pedían mordida para reconectarnos a la luz, para arreglarnos fallas eléctricas, para sacar nuestros medidores, para hacer "trabajitos" y demás etcéteras. ¡No! El plan era acabar con la empresa que Calderón quiso desaparecer cuando fue achichincle del entonces secretario de energía y no lo dejaron. ¿porque no lo dejaron? Por el dinero.

Luz y Fuerza fue una empresa claramente creada por Salinas para darnos más atole con el dedo. Nos decía que era para "garantizar el abasto de luz en el centro de la república" cuando evidentemente la Comisión Federal de Electricidad ya se encargaba de eso.

¿Qué pasó? Se llenó de gente que pretendía quedarse con un puesto y un sueldo vitalicio que no desquitaba ni por error. El dinero invertido en la empresa fue tirando a un pozo sin fondo... Por eso nunca se permitió la modernidad ¿Para que pagar un programa para tener a todos los usuarios si podíamos tener a 200 personas buscando en los archivos elaborados hace más de 12 años? ¡Sueldos desquitados! Dios, horripilante.

Y entonces llegó el punto en que el gobierno, les empezó a exigir resultados: ¡¿En que gastas mi diniero?! Ah pues.... ¡Mágicamente aparecieron los recibos de luz por 15,000 a departamentos!
Error.

Y por fin llega alguien que dice: Adiós.
Adiós a burocracia de hace más de 18 años, adiós a las filas eternas, a mantenerse a expensas de que la que "atiende" termine de comerse su torta a las 9 de la mañana cuando supuestamente abren a las 8.

¿A esos defiende López Obrador?
¡Allá él!
Y eso que les van a dar 33 meses MÁS de sueldo. Ese dinero que no se merecen. Que nos va a costar, pero que los pago con gusto con tal de ya no verlos más.

Para no tener que esperar 3 días en que me arreglen una falla. Con tal de no dar mordidas. Con tal de tener un servicio que todos los mexicanos nos merecemos.

Y ellos ¿Quieren dinero? ¿Quieren trabajo? Pues ¡Trabajen! y demuestren que sirvan para que la CFE los contrate y si no... Hay muchos puestos para meserear. Perdón.

Por mi ¡Que se haga la luz!


Prometo no volver a hablar de política. Perdón querido Diario, pero lo tenía que sacar, además para que mis lectores me admiren lo inteligente que soy.

Sinceramente

Creo fielmente que existe un hombre para cada mujer. Porque siendo honestas, todas sabemos lo que queremos.

Pero una crece, evoluciona, los hombres no. Ellos, por el contrario, siempre tienen en mente a dos mujeres: Con la cual casarse y con la cual coger.

Salvo contadísimas veces, nunca es la misma. ¿Como podría decirle a su esposa que le haga sexo oral y después, con esa misma boca, besar a sus hijos?

Por lo anterior, la mujer con la cual desean coger, casi siempre está más buena. Es más liberal y salvo contadísimas excepciones, es soltera por siempre.

Los hombres son más predecibles que un libro abierto, sin embargo para poder leerlos, hace falta leer entre líneas. Y a veces, ni eso. Lo cierto es que las que nos complicamos somos las mujeres.

La razón aparentemente, querido diario, es muy simple: Nosotros equivocamos los tiempos. Ellos, no suelen hacerlo.

Cuando ellos se equivocan es porque nosotros creamos confusiones, porque vivimos de ellas, del drama, nos encanta, nos revolcamos, hacemos luchas en lodo. Y eso sinceramente...

...Es divertidísimo.

El pasado regresa y regresa y regresa y...

Resignada desperté, querido diario, y en automático comencé a arreglarme. El día pintaba para estar muy nublado pero aún así decidí ponerme falda con unas botas nuevas que decidí comprar, finalmente. Me enfundé en maquillaje porque no soy buena para fingir alegría, no es que no la haya querido diario, es simplemente que uno se cansa de sonreír. No fue educada como las señoritas que les encanta concursar para Miss Universo, afortunadamente.

Llego al trabajo y mi socio me interrumpe a medio sorbo de mi café de grano. "Te necesitamos en junta, urgente", me dijo y yo me moví de mi asiento, con el café en la mano humeante, dejando un rastro de olor a cada paso que daba.

El salón de juntas es de esos pomposos que jamás usamos. Ostentoso hasta para los abogados, caray tantos vestidos y bolsas que me hubiera podido comprar con lo que se gastó. En fin.

Entonces sentí una mirada, abrí el panorama y ahí estaba un hombre que se me hacía conocido, pero no lograba ubicar bien. Me llamó por mi nombre y sólo emití un: ¿Qué tal? por lo que sólo recibí una mueca medio forzada.

Entonces mi socio entró preocupado, él es quien se encarga de los asuntos del dinero y de la entrada y captación de asuntos. Últimamente no nos ha ido nada bien, aunque tampoco es para generar estrés y conflictos. Te digo diario, entra preocupado y comienza a hablar mientras yo hago mariposas en mi libreta hasta que escucho: Entonces Humberto formará parte del grupo de socios.

Despierté por el nombre más que por la reestructuración de mi despacho. Humberto ahora sonríe glamurosamente a mi y a los otros dos socios y me dice sin recato: Entonces ahora seremos 4 ¿Verdad Dolores?

Impactada, sólo alcanzo a disimular para bajar de nuevo la vista y contestar un: Como sea ¿Es todo? Tengo trabajo que hacer.

Salí de inmediato pero es que querido diario ¿Recuerdas quien es Humberto?
Déjame refrescarte la memoria.

Cuando yo tenía como 17 o 18 años, intenté por todas las formas posibles que él sucumbiera a mis encantos, pero la verdad es que jamás me tiró un lazo. Despechada algún día, en plena borrachera, yo le condené que nos volveríamos a ver las caras y entonces sería él quien quisiera estar conmigo, aunque fuese una sola noche. Y ya, pasó sin pena ni gloria.

Para entonces Humberto ya estaba en cuarto semestre de derecho, en la UNAM. Jamás pretendí que hiciera cosas grandes, era un rojillo sin remedio y seguramente terminaría siendo abogado laboralista. Y ahora resulta que es él quien va a rescatar mi despacho.

En fin. Salí fingiendo demencia hasta que me alcanzó y me preguntó el jodido: ¿Cómo estás?

No lo pude evitar, por más que quise mi querido diario y le solté la letanía: Mira Humberto, no creas que por estar aquí y pretender ponerte la casaca de héroe, te va a ir bien conmigo o te vas a reinvindicar, lo cierto de las cosas es que (y suspiré) me aprietan estas zapatillas y ya me quiero ir a sentar a mi oficina.

Y me fui.

Horas más tarde me mandó un mail. Que quiere ser mi amigo, que le de oportunidad, que el cielo que la luna y que las estrellas.

Pero ¿sabes lo que va a pasar mi querido diario? Me lo voy a coger porque seamos honestas, se necesita estar agradecida con los grandes favores no es así, por eso y porque también quiero disfrazar que le traigo ganas desde hace mucho tiempo.

En fin, pinche ciclo de la vida ¿No crees querido diario?

Viernes

Salí temprano y me dirigí en automático a la casa de un viejo amante, como siempre, deseosa de sexo.

Él me abrió la puerta y me dejó pasar, sin "hola ¿Cómo estas?" que tanto detesto.

Estaba en bata, creo que mucho tiene que ver con ser editor a domicilio, me encanta su trabajo porque su departamento en la Anzures siempre huele a libro viejo, hay papeles tirados por todos lados, pos it's de colores en las paredes y un sin fin de bolígrafos regados por todas las habitaciones, en el baño hay un pizarrón blanco en donde apunta ideas. Me ha tocado que Ernesto (así se llama el editor) salga de una ducha que tiene conmigo para anotar algo ahí. Al final ponía "LOL" para presumir que fui yo quien ocasionó esa frase... Y también para disfrazarlo de otras amantes.

Ernesto es como yo. No tiene dueño, anda como alma en pena en su departamento, a menos de que exista una buena excusa para salir, como un par de nalgas, suele decir.

Por eso me gusta, es mi refugio. Yo jamás soy el refugio de nadie, no lo permito, yo busco... Y cuando no encuentro, me dejo encontrar tocando a su puerta.

Y este viernes querido diario, así sucedió. Entré a su casa después de su frío recibimiento y de inmediato me sirvió vino blanco espumoso con uvas, una de mis bebidas favoritas. Sin decir una sola palabra y únicamente escuchando el ruido de los automóviles al pasar, me desvistió. Así despacito, mientras yo cerraba los ojos y me repetía mentalmente: Es momento de mi terapia. Comenzó a besarme por el cuello y abandoné mi cuerpo, lo hice para que fuese él quien recibiera el placer, después de soportarme, se lo merece.

Desnuda frente a él, me abrazó y me dio el beso más largo de toda mi historia, y eso es decir mucho, me tomó de la mano y me dirigió al baño. Sentada en la taza, tomó un pañuelo y me desmaquilló, despacito sin hacer preguntas. Miró mis ojos llenos de lágrimas, inclinó un poco la cabeza en señal de comprender sin hacerlo y por fin me dijo algo en voz alta: No llores, eso no servirá de mucho, relájate. Lo decía mientras quitaba de mi cabello los pasadores y ya suelto me señaló la tina. Abrió la llave del agua caliente, salió tibia y entonces comenzó a subir la temperatura, siento que pone sales en la tina, empieza a olerse. Me relajo y todo parece estar cambiando del negro al azul claro.

Comienza a lavarme el cabello, el cuerpo, yo me dejo llevar cual barco perdido en alta mar. Él de todas formas me sigue besando, como para no dejarme ir del todo.

El baño termina y me seca rápidamente, me pone encima una bata blanca hecha de toalla y salimos escurriendo, corriendo hasta la sala. Hacemos el amor de una manera increíble. Tenemos sexo comunicado sin hablar, ya sabe lo que me gusta yo sé lo que tengo que hacer. El tiempo transcurre y al llegar al éxtasis sólo un suspiro salió de mi.

Un suspiro que se llevó antiguos miedos, ahora me repito: Todo está bien.

La cosa es, querido diario, que no sé por cuanto tiempo.

Me visto despacio, él sigue escribiendo en su computadora. Termino y me despido: Me voy mi lindo. Me miró, sonrió y despacito dijo: Hasta la próxima.

Yo continué, querido diario, con mi expresión de tres puntos suspensivos...

In memoriam

A los beatles.

El vocalista mamón de Oasis contestó una pregunta alguna vez: ¿Como describirías a los Beatles a un ente alienígena que no viviera en nuestro planeta?. Su respuesta fue: Les diría: Los Humanos hacemos música, los que mejor lo han hecho, son ellos.

Mi canción favorita de los Beatles, querido diario, es:

ASK MY WHY?

I LOVE YOU
´COS YOU TELL ME THINGS I WANT TO KNOW

AND IT´S TRUE
THAT IT REALLY ONLY GOES TO SHOW
THAT I KNOW THAT I SHOULD NEVER, NEVER, NEVER BE BLUE

NOW YOU´RE MINE
MY HAPPINESS STILL MAKES ME CRY
AND IN TIME, YOU´LL UNDERSTAND THE REASON WHY

IF I CRY IT´S NOT BECAUSE I´M SAD
BUT YOU´RE THE ONLY LOVE THAT I´VE EVER HAD

I CAN´T BELIEVE IT´S HAPPENED TO ME

CAN´T CONCEIVE OF ANY MORE MISERY

ASK ME WHY
I´LL SAY I LOVE YOU
AND I´M ALWAYS THINKING OF YOU

I LOVE YOU
´COS YOU TELL ME THINGS I WANT TO KNOW
AND IT´S TRUE
THAT IT REALLY ONLY GOES TO SHOW
THAT I KNOW THAT I SHOULD NEVER, NEVER, NEVER BE BLUE

ASK ME WHY
I´LL SAY I LOVE YOU
AND I´M ALWAYS THINKING OF YOU

I CAN´T BELIEVE IT´S HAPPENED TO ME

I CAN´T CONCEIVE OF ANY MORE MISERY

ASK ME WHY I´LL SAY I LOVE YOU AND I´M ALWAYS THINKING OF YOU.

Algún día, cuando tenga a quien dedicarsela, sé que lloraré y no necesitaré preguntar ¿Porqué?

LSD

- ¿Te acuerdas cuando consumíamos LSD?
- ¡La droga de los beatles!
- ¿Porque nunca cogimos con un ácido encima?
- ¿?
- Lo hubiéramos hecho...
- Y ¿Ya no existe la posibilidad?


Hay querido Diario que me encuentro en el centro comercial Moliere a Pablo, vestido de negro como toda la vida pero esta vez, diferente. Pantalón de vestir negro, ¡Camisa! negra y corbata gris con negro... ¡Chamarra de piel negra! Sus cigarros Raleigh en la bolsa de la camisa y su sonrisa blanca y su pelo negro y....

- Mi estimada Dolores ¿Qué te has hecho? ¡Que guapa estás!

Pablo y yo fuimos amantes hace 8 años, yo tenía 21 y él a penas cumplía los 19. Nunca fuimos los grandes amigos ni novios, nos veíamos esporádicamente y siempre terminábamos borrachos en la covacha que tenía por hogar. Pablo era un niño idiota que soñaba con ser periodista de esos que ganan premios a la paz y esas cosas. Yo siempre fui la que soy ahora: fría y calculadora y por supuesto él me gustaba. Su aspecto semi rudo semi le creo semi intelectual me atrajo en dos segundos. Para él siempre fui la que "se lo cogía" y eso, en lugar de envidia, le causaba una pasión increíble.

- Aquí descansando Pablo, hoy no fui a trabajar ¿Te había dicho que soy socia de un despacho jurídico?
- Noooo!!! No me podía esperar menos de ti, que bueno, felicidades. Pues yo ya estoy trabajando en el periódico El universal, soy editor de seguridad pública.

En mi mente: E-DI-TOR. ¿Cuando dejó de ser un don nadie para ahora desdeñar artículos a diestra y siniestra? Estábamos en esperando nuestros coches en el valet y va llegando un peugeot 206 convertible ¿En donde dejó la motoneta horrible y los boletos del metro? ¿Cuándo empezó a ser alguien de provecho ¿De que me perdí?

Fuimos a un bar cerca de mi casa. Me platicaba de sus relaciones pasadas, de que había dejado a su novia, de que me había puesto más linda, de lo bueno que era haberme encontrado estando bien... Yo no podía dejar de ver su barba.

Cuatro horas de hablar yo de mis traumas, del pasante, de lo sucedido... De todo y nada. Él como niño que admira al maestro oyéndolo hablar y acertando en todo. Me sentí rara y paré la conversación.

LSD, la única vez que probé drogas fue con él, hace ya mucho tiempo.
Yo fui la que le preguntó de la "posibilidad" él sólo sonrió sin contestarme pero justo cuando yo me di la media vuelta para irme a mi casa, tomó mi hombro y me susurró al oído: Siempre va a haber una posibilidad.

...Aunque ya no sé si yo quiero que pase querido diario, ya dejé de tener 21 años...

Del amor y otros demonios

Después de mucho tiempo, terminé de leer a García Márquez.
Este libro, cuya pasta dura me interesó más que el título, debo confesar, realmente es bueno.
Tiene un tinte irónico-amoroso-idílico-fantástico que me gustó y me llevó a la conclusión de que si alguna relación amorosa no es así, entonces no vale la pena.

En otras noticias, querido diario, el viernes de margaritas con mis amigas, me encontré al pasante maravilla con su novia, con la que me acabo de enterar, tiene más de medio año. Oh dulce ironía del destino. Oh maravilloso sexto sentido femenino. Oh Oh!

¿La verdad? Es más bonita que yo, tiene un aire de porte digno de la infanta Sofía. Tiene el pelo negro, largo y arreglado; contrario de mi. Es alta, contrario de mi, es flaca-tipomodelo, no tan contrario de mi pero en algo de plano me gana de una manera irresistible: Es sensualmente agradable a la vista, socialmente agradable al oído y tímidamente mejor novia de lo que yo pudiera ser para ti. Lo reconozco: Ella te escucha. Se inclina a ti para mirarte hablar con una paciencia que yo no tendría. Ella es simplemente lo que andabas buscando.

No es mi antítesis, mentiría. Simplemente es menos iracunda que yo. Me alegró verte con ella, contrario de lo que seguramente piensas. Y yo, con el cigarrillo entre los dedos cuando saliste a encender el tuyo, sólo alcancé a decirte: Buenas noches.

¿Buenas noches?
Sí, con esa cara de ingenuo te quedaste cuando supiste que me había enterado de todo. ¿Quién iba a decir que mi mejor amiga es la novia de uno de tus primos? ¿Quien iba a decir que nos encontraríamos y sería tu propio primo quien me contó la verdad sobre ti?

Que estabas enamorado de mi... Pero que yo no era lo que quieres...

Muchachito ¡Qué listo eres!

Yo también dejaría algo que me gusta mucho por algo que siempre quise.
Creo que por ese sólo hecho, yo también, en algún momento, me sentí muy atraída por ti. Eres listo.

Me fui, dejándote con tu hermosa novia y tus manos llenas de ella.

Estoy a punto de explotar

Tengo muchas ganas de gritarle al mundo todas sus verdades pero como tengo una voz bajita entonces lo único que puedo hacer es escribirlo:

1. Estoy harta de mi pasante pendeja, por más que le enseño no aprende nada. Odio a la gente cerrada para nuevos conocimientos y eso aplica para todo.

2. Odio los términos "mi mujer" "mi vieja" y sus parecidos. ¿Quienes se han creído esos hombres para usar el "mí" como sinónimo de pertenencia? Los oído a ellos y a sus términos. Menos a los guapos, a esos mientras les enseñes a no hablar, se ven bonitos.

3. Mi jefe es un pendejo que se deja mangonear por mí. Odio que sea tan fácil de convencer y que se vanaglorié de ser de la UNAM. Yo soy del ITAM y me sorprende que lo pueda manejar como mantequilla entre mis dedos.

4. Es increíblemente absurdo que le tengas que explicar más de tres veces el procedimiento de amparo a personas que "supuestamente" son de clase alta, altísima. Me caga explicar con peras y manzanas, es más odio ese frase: "Licenciada, ¿Me puede explicar con peras y manzanas? Y ¿En castellano, licenciada?" Púdranse.

5. Odio no tener a quien decirle todo esto, odio despertarme en las mañanas sin mensajes en la contestadora, odio tener que ir al cine sola, odio odiar mi soledad si tan bien me cae. Odio querer hacerme dependiente de un amorío (Porque ni siquiera del amor).

6. Odio que me haga llorar High School Musical.

7. Odio a Brad Pitt por guapo.

8. Mi trabajo es una monserga, estoy pensando en tomarme otras vacaciones.

9. Choqué mi carro ayer con un imbécil judío. Quería invitarme a cenar y discutir el asunto. Mi respuesta fue: No me junto con judíos polanqueños. Se mofó y me contestó ¿No será judíos coapeños? Yo me burlé y le dije: No, esos me caen bien.

10. Odio tener un diario y que pese a que yo le cuente mis penas, nunca me solucione nada.

Odiar por odiar, así se debería de llamar este día, si tuviera subtítulos en "castellano".

Soledad.

La soledad es una puta. A la menor provocación se sale con la suya y seduce hasta al más mocho. Y ahí va de nuevo a buscar a quien acechar después de que se ha revolcado en nuestras camas y deja todas las cobijas destendidas.


Yo me he dado cuenta que hasta sábanas mías se ha llevado.


Pinche puta, a veces pienso. Pero luego sonrío porque hasta eso, me cae bien la condenada.


Me cae bien por descarada. Porque no le teme a nada, porque así porque sí, te saca la vuelta y te deja, porque es como yo, en tiempos de cólera.


Pero la cabrona se quedó en mi departamento desde hace mucho. Me ve llegar con amantes distintos y se burla de mi, alzando su copa y me dice quedo al oído: No te hagas ilusiones, ambas sabemos que durará muy poco.


Infeliz mal nacida, vuelvo a pensar. Pero me da miedo que sea verdad. Porque me engañaba antes y ahora con ella, lo tengo que enfrentar.


Pero entonces, cuando me encuentra en el suelo de mi sala, leyendo algún libro universitario con mi block de notas amarillas y mi café expreso, se me acerca a hurtadillas. Me mira. ¿Sabes que me dice? Que es normal que seamos amigas, la penitencia la llevamos en el nombre...


Ella se llama Soledad y yo me llamo Dolores.
Y exclama: Ay Dolores!

Sé bueno

Tienen razón, un casado implica demasiadas complicaciones.
Pero es que yo suelo ser demasiado sencilla y por eso no tomo demasiadas correrías en serio, adoro no tomar en serio las relaciones... Hasta que el tiempo pasa y no te queda más que aceptar.

Pero vuelvo a lo mismo, mi querido diario, todo el mundo trata de joderte y por consiguiente, tu tratas de joder primero.

Y me declaro especialista en joder primero.

Ya saqué el asunto que llevaba en el juzgado del actuario casado. Gané. Comí dos veces en un restaurante finísimo que combinaban con mis zapatillas de charol. Yo siempre obtuve puntos, pero cuando él quiso más, me decidí por el no.

No porque fuera complicado. Más bien porque me da flojera lo complicado. Yo lo que busco es que fluya, sí el juego y sí el coqueteo, pero de ahí a que me cuelgue el teléfono porque lo va a cachar su mujer, es otra cosa.

Pobrecito, al final sé que seguirá con esa mujer que se gasta diario 20,000 casi los que gana... Que mantiene una casa con lujos imprescindibles y porque no se puede dar lujitos como yo. Yo que salgo cara.

Entonces al final, cuando me llevó a mi casa, antes de entrar al pórtico me di la media vuelta y le grité:

Te iba a decir: Sé bueno, pero no tengo la menor duda de que lo harás. Y antes de que sonrías, te refutaré: Ser bueno, no es bueno.

Me giré y seguí con mi bolsa bajo el brazo y mis zapatillas de charol.

Una tarde después del partido

Salí decepcionada del trabajo, ser litigante puede ser un trabajo demasiado complicado, a veces.

Las calles estaban llenas de gente, gritos, banderas... México, México, México, gritaban. Caí en cuenta, había terminado el partido de la selección. Deduje que habíamos ganado y como Hansel y Gretel que se enlelan con la casa de dulces, seguí a la multitud y entre gritos y jalones a dos gringuillos que no son raros encontrar en polanco, encontré a un actuario de un juzgado fiscal federal.

Hasta en los juzgados hay razas, diría mi jefe.

Me invitó a comer el día de hoy y acepté. No porque estuviera guapo (que sí lo es, medianamente pero sí) no porque tuviera dinero (que sí pero me hago la loca diciendo que eso no me interesa, aunque si) no porque.......estuviera casado....... Más bien porque tengo un amparo ahí en su juzgado y si lo gano me embolso 25000.

Recién regreso.
No me fue mal.
Pero me tomó de la mano y...
...esta vez no resultó nada oportuno.

Me rehúso a andar con un casado (aunque sé muy bien que eso se encuentra carente en mi escala de valores morales, que ni tengo).

En fin.

Díalogos

- ¿Porqué te enojas conmigo belleza, si te di un orgasmo?
- Sí, lo sé. Pero para tener un orgasmo no me haces falta tu, puedo yo sola.
- No entiendo a las mujeres ¿No siempre se quejan de que no nos preocupamos por sus orgasmos?
- No se trata de preocuparte por eso, se trata de preocuparte por el proceso, ese es el que realmente vale la pena.


- ¿Cuándo dejarán de ser idiotas los hombres?- dice una amiga.
- Cuando dejes de hablarles de esa manera enredada que tienes.- le contesto.
- Entonces creo que nunca dejarán de ser idiotas.
Le creí.

No me gustan las despedidas

Insignificante fue el momento en el que lo vi, recogiendo sus cosas, como el cabo que después de una batalla perdida, renuncia a su momento de gloria, llevándose entre las patas su horrible fusil inservible y su casco relamido de la indulgencia de la derrota.

Y entonces guardó sus cosas, agachó la cabeza cuando pasó a mi lado y se fue.

Se fue sin despedidas ni miradas coquetas. Se fue y temo que no volverá. Lo temo porque pese a que yo no bajé la mirada, sabe que para mi, perdió no porque haya abandonado el campo de guerra, perdió porque simplemente la batalla dejó de interesarme.

La guerra terminó.

Nadie ganó. Si te fuiste ¿Qué crees que podría ganar yo? Absolutamente nada.

Nunca fui buena para las despedidas. No lo soy porque a mi las ausencias me duelen, pero con el paso del buen amigo el tiempo, se me olvidan. Y sé que a ti también te olvidaré, en tanto consiga a alguien más con quien jugar.

Me llamó por teléfono pero no le contesté.
Me mandó un mensaje: No pude contigo. Que te vaya bien.

¿Es deseo? Espero que lo sea, porque me irá bien, cariño mío y tu... Tu te lo perderás.

Esta vez

Estoy llorando asi bajito sentada en mi escritorio.
No hay lágrimas, es que eso de llorar ya no se me da.
Pero lloro seria, mirada perdida, sin zapatillas con el ventilador dándome a la cara. Enojada con el mundo conmigo y con todos.

Precisamente por eso no me enamoro, para no pensar que es lo peor que puede pasarme.
No me enamoro por miedo.
A que esto me suceda.

Él se va.
Que le vaya bien.
Yo voy para otra dirección.
Esta vez ya no escucharé más razones.
Que al irse, cierre la puerta detrás de él.

Mi boca

Mi boca que no es tuya, la regalo porque no la quieres.
La omito para ti y la regalo para los demás.

¿¡Qué importa que no me quieras?! Alguien más me ha de querer.

Mi boca, que no es tuya, la regalo a placer porque de placer quiere mi boca sentir y si de ti no lo obtiene, de alguien más lo tendrá.

Mi cuerpo que todos desean pero pocos quieren, tampoco has de tener. No es por otra cosa es que quizá algunos más, quieran sea un poco más o no, que tu.

Tu no me quieres, si fuera cierto estarías aquí y te regalaría mi boca.

Una adivinanza



Adivine adivinador quien es el pasante maravilla y quien soy yo.
Puntos extras para quien haga deducciones suspicaces interesantes.

Él realmente es muy listo

Llegamos a comer el viernes y todo transcurrió en una calma un tanto rara.
Yo vestida para matar, él para matar-me.

Pronto referimos cine, trabajo, lecturas, escuela, pasado y amores. Ni siquiera se dejó llevar de la mano a mi cueva. Hablamos hasta que dieron las diez de la noche y las nalgas ya me dolían.

Esperar.

¿A quien rayos se le ocurre eso?

Yo que le quería devorar, ahora tengo que esperar a que llegue el momento preciso. Me siento como un hombre cortejando a una virgen. ¿Porque el es tan diferente?

Me llevó a mi casa, me escoltó en su coche. Buen gesto.
Llegamos y estaciono el coche, abro la cochera, salgo nerviosa.

- Y bien, llegamos. ¿Quieres pasar? - digo sin sentido, sé que dirá que no.
- No, gracias pero pasé una tarde preciosa - lo maldigo por ser cortés.

Silencio incómodo hasta que sonrío.

- ¿De que se ríe licenciada?
- De ti.

Un tanto extrañado decide preguntarme la razón. Yo contesto:

- Cualquiera que estuviera en tu lugar ya se hubiera avalanzado sobre mi, hubiéramos tenido un sexo riquísimo y muy probablemente me estaría fumando el segundo cigarrillo de la noche.

Él impávido, se atreve a contestar:

- ¿Ves? Cualquiera que estuviera en tu lugar, agradecería que no quiera que mueras de cáncer.

Me da un beso en la mejilla y se va, en su flamante mazda que ya no me parece tan feo. Quiero treparme en él y hacérselo ahí mismo, pero por hoy, sólo pienso en lo bien que me hubiera hecho que se durmiera en mi cama, otra vez y otra vez sólo me abrazara.

Odio cuando las chicas malas quieren convertirse en buenas y no pueden. Es más fácil ser buena y volverse mala, pregúntenle a Oliva Newton-John.

Y entonces es viernes

No sé si a ustedes les ha pasado (lectores de este diario cybernético) que tienen tanto trabajo que se les olvida que día es el que están viviendo. Entonces yo a la hora de bañarme no caí en cuenta que era viernes hasta que llegué y vi las nalgas de mi lindo pasante, en pantalón de mezclilla.

Entonces pues ya. Yo de traje sastre y vestida como de Lunes, pues me dirigí a verlo.
Es que es tan lindo, y yo tan linda (me dije) que imposible no estar juntos. Comienzan mis aires de capricho y ya quiero tenerte en mi cama. Pero no se dejas. Es increíble que un hombre no se arrodille ante una mujer desnuda. Simplemente no lo puedo creer. ¿Qué quiere? ¿Qué busca?

Llegué y estaba al teléfono. Azoté la puerta de su oficina por detrás mío y me le planté enfrente. Él con su chamarra de cuero negra y sus mezclillas gastadas me tienen encantada. Hombre malo hazme caso, suframos juntos un rato y luego nos dejamos. No me hacía caso alguno, sólo me tiró una falsa miradilla de "Ahorita te atiendo".

Logré oír: "Te llamo luego, cuidate, te quiero"
Y los celos me invadieron. ¿Porque quieres a "esa" con la que hablas por teléfono y no a mi? Fue tanto mi furia que se me subió el tono de las mejillas.
Y él, al notarlo, y en guerra: "¿Te vas a encelar porque le dije que quiero a mi madre?"

Damn.
Lola 0 - Él 1.

Reí como idiota.
Crucé la pierna y atraje toda su atención.

Es mío, pensé.

¿Qué harás hoy? Comamos juntos.
No dice nada, asciente nada más.

Salgo de su oficina, él me acompaña con su mirada.

Llego a mi oficina y timbra el teléfono, es él ya lo sé por el identificador que me ofrece el conmutador que recién instalé precisamente para saber en que momento atacar.

Contesto sensual: ¿Si?
- Entonces si es viernes ¿Porque no veniste de mezclilla?
- Quería impresionarte ¿Lo logré?
- Si.

Lola 1 - Él 1
Empate.

Seguimos en guerra.
Ya les platicaré como me fue en mi caz....digo en mi comida.

Sé que he mentido

Para arreglarme todos los días y salir con el contoneo que me caracteriza, únicamente me miento frente al espejo. Me miento porque pretendo gustarles a todos, ante una mirada auténtica de desdén, la tomo como un cargo extra a mi auto estima. En efectivo por favor.

Salir de tu casa con la autoestima hasta arriba, te hace mantenerte ahi por mucho.

Pero eso contigo, no funciona. Te me estás saliendo de los parámentros y eso me excita de una forma que no creí posible. Ya estás más cerca de mi, te cambiaron de piso en el despacho, por ordenes mías cabe aclarar y como ya te declaré la guerra, veremos de que cuerdas salen más correas. Porque yo, dispuesta a conquistarte, estoy.

Hay Dolores!!!

Querido Diario,

Hace mucho tiempo que no escribo nada, que no siento nada, que no quiero nada... Que miento tanto.

Supongo que debe ser la maldición de mi nombre, el viejo antes no me traía tantos problemas.

Y mientras lo veo, pasar por mi oficina... Haaaaay Doloooores se nota que suspira y yo me levanto con mi falda apretada debajo de la rodilla, mi mascada se discuelve entre mi cuello, dejándola caer a propósito en sus pies.

¿Qué hizó el?

"Hay Dolores, se te acaba de caer tu mascada, mirala, tan bonita que está y tu ni siquiera puedes cuidarla"

Esto ya es la guerra.

Una frase

Querido Diario:
¿Recuerdas al chico que nos gustaba pero que era demasiado estúpido como para entretenernos y que terminó alejándose con una clara carta en señal de venganza?

Pues hoy me lo encontré en un juzgado familiar. Intercambiamos un par de diálogos mientras empezaba mi audiencia, él sólo iba a checar acuerdos. Entonces antes de comenzar, ante la advertencia del Secretario de Acuerdos, me abraza y muy bajito que me dice algo así como:

"Solicitas audiencia, preparas tu defensa, consigues testigos y juez, expones el
caso, presentas la evidendencia, y luego intentas convencerlos a todos de que lo
unico que quieres es que nadie te juzgue."


Fuck him. Seguro voy a perder el juicio...

Mi vida, en cámara lenta

Algunas veces, cuando suelo escaparme de la realidad, me gusta pensar que vivo en algún sueño, así como las princesas viven en los anhelos de las niñas, pero lo mío es un poco más porno.


Pero cuando vuelvo a la realidad, al parado erguido, a las zapatillas de tacón altísimo, a los cinturones que ajustan mi cintura, como que ya no me gusta tanto mi vida y como que comienzo a pensar en la rutina y entonces quiero un amante nuevo.


No es que yo brinque de un lado a otro buscando cariño, lo que pasa es que me aburro con facilidad. Los hombres encuentran un hueco de "confiabilidad" en una y entonces creen que ya tienen el mundo comiendo de su mano y ya. No hacen nada para continuar conquistando, "Ya es mi vieja" los he oído decir. Creo que es una de las razones por las que no me dejo atrapar.


Pero aquí sentada en mi oficina, bebiendo café, me gusta creer que las cosas tarde o temprano volverán a ser activas y vendrá alguien más nuevo, más capaz, con más ganas y cuando eso suceda, disfrutaré y me dejaré ir. Pero todo es una montaña rusa, porque él (o yo) se cansará (me cansaré) y entonces la búsqueda volverá a comenzar.


Aunque yo no he tenido que cazar mucho, solitos llegan a la trampa.


Aunque algunos crean que son los cazadores perfectos, lo cierto es que no pueden matar a una loba con más colmillo que años.


Pero estos días he vivido en cámara lenta, buscando emociones gratis y helados de vainilla.


Hoy comeré mariscos, esperemos que algo bueno se presente y esta vez iré por él. Sólo entonces podré escribir mi propia historia y llevar a mi ritmo esta vida que jamás querré que se convierta en monótona.


Jamás.


Mini-historia

Eres mala, me dijo, y aunque no entendía la razón de su dicho,
confirmó lo que de algún modo yo ya sabía:
Lo eres porque finges que no lo eres.

Gracias Lenna por la mini-historia de mi vida el día de hoy.

Zaz



INSTRUCCIONES DE USO:
1. Dar click en la imagen.
2. Explicarme si es cierto o sólo lo soñé en un comentario.
3. Gracias







Oops, ya no sé si lo soñé, o fue cierto...

No!

Momento, favor de no confundir las cosas.
TU eres mi amigo, a ti NUNCA te dejaré.
ÉL es mi amante, mi novio, mi esposo, mi... lo que quieras... A ÉL lo dejaré y lo olvidaré...


A TI NUNCA.



¿Ahora ves la diferencia?



Tu en mi vida SIEMPRE estarás.





Y hoy te extraño... Y un chingo...

No me vengas a reclamar...

...Porque yo te lo advertí, porque sabías que yo no creo en el amor y a tu menor descuido... Bye, yo ya estaba enredándome en las manos del amigo del primo de mi ex que algún dia fingí querer. No es mi culpa, ni tuya tampoco pero no me reclames, los reclamos no son válidos, no somos ni fuimos y temo pensar que ni seremos nada.

Pero es que te tardaste demasiado, alguien me ofreció un buen domingo y no pude evitar decir que si. Y si buscamos culpables porque eso tanto te gusta, eres tu, por no estar ahí para seducirme porque no sabes que eso jamás se deja de hacer y ahora perdiste, volviste a perder.

No me vengas a reclamar ni a pegar post-its en la computadora. Yo no soy de las que piden perdón y menos de las que piden permiso, si te vas, esa es tu decisión, yo no te mentí ni lo haría, me importas un poco más de lo que yo creía, pero no tanto como para decir que no a ese par de pectorales maravillosos, deberías saberlo tu por ser hombre: La carne es débil.

Por otro lado, querido Diario, que buen domingo lleno de números 5.
Cinco pasteles de crema.
Cinco restaurantes a los que preferimos no ir.
Cinco tazas de café.
Cinco películas que omitimos ver.
Cinco personas que nos miraban tocarnos por debajo de la mesa de aquella heladería de polanco.
Cinco orgasmos como ningunos otros.
Cinco besos que me siguen pareciendo los más sensuales que he recibido...

Así que te reto, ¿No te agrada el número seis?

Safe.

Da la casualidad, que las casualidades no existen.
Me imagino prometiendole a alguien amor eterno y las náuseas aparecen.
Es que yo no soy de esas y miren que lo he intentado.

A noche soñé con él. Da la casualidad (osea nada) que a veces me pasa (osea nunca) que creo (porque creer y dudar nos hace humanos) que él y yo podemos ser algo, pero luego ese algo se esfuma porque yo soy algo amorfo. Sólo entonces me retracto de mis sentimientos y los escondo hasta atrás del archivero. Con el temor de algún día (el menos esperado) los encuentre retándome burlónes.

Seguido me doy tiempo para irte a buscar, en tu oficina y coquetearte un poco. Te gusta, lo sé. Pero sólo un poco, no quiero que conozcas todas mis zapatillas... Hoy se me da la gana de que conozcas mis pies desnudos... Desnudarás la mente conmigo, porque a mi lado nunca tendrás nada seguro.

No porque no quiera, porque nada en esta vida, es seguro.

"Te quiero"

Es sólo una frase, una descomposición del verbo querer, que para mi significa "desear". Cuando tienes habre "desea" saciar ese instinto y sólo quedando satisfecho puedes dejar de "querer".

Se ha transformado en un asunto sentimental, y no he encontrado todavía, razón por la que creemos (suponemos) que vale menos que la frase "te quiero" "Te amo" ¿Suena a diferentes grados de deseo? ó ¿Son cosas diferentes?

¿Porqué desear que te amen y no esperar que te amen pero queriéndote?

Amar es sólo una palabra inventada, aún no se ha descubierto su significado, nadie puede explicaro así que para mi, no existe.

Quererte, para una humilde servidora es igual que pensar en deseo, es necesitarte cerca y "satisfacer" ese deseo por ti. Y sentir que ya nada me puede faltar, ese sentimiento que sólo puedo apreciar cuando como en demasía.

Es extraño, pero debes saber que prefiero sentirme satisfecha, que decirte una frase, de la cual no conozco significado.

Devorador de pecados.

Y recordé tacones rojos caminando por la oscuridad ciega y hambrienta por seguir devorando mi espíritu y lo que alimenta mi frágil corazón.

El sexo no siempre es bueno

La verdad es esa. Yo creo que hay momentos que no deben ser desperdiciados, querido Diario, pero también creo que en definitiva, el sexo no siempre es bueno.

Por ahí me encontré con el recuerdo de un amante: Santiago. Y me acordé tan bien de la rutina que hasta me dio miedo y mejor lo saco de mi sistema antes de que regresar a trabajar mañana:

Regresábamos a mi casa. Nunca hemos hablado mucho en el trayecto, y siento que a Santiago poco le interesa lo que pasa por mi mente en todo ese tiempo.
Hace frío y él pone la calefacción del carro, que será suyo en un futuro, pero que mientras tanto, no.
Seguimos escuchando esa música suya que tanto me aturde, ya son cuatro meses de escucharla casi todos los días. Es imposible que no me aturda,
Sigue eructando la comida de la tarde y yo sigo fingiendo que no escuché tal sonido. Que él se toque la entrepierna se ha convertido en un acto consentido y ya nada me sorprende.

Siempre hace referencia al tráfico, como si yo tuviera una varita mágica para evitarlo, pero no la tengo y de cierta manera me siento culpable de no tenerla.
De pronto, saca de su chamarra verde militar una cajetilla de cigarros, me ofrece uno que acepto. Ambos comenzamos a inhalar toxinas pero él no lo disfruta tanto como yo, él sólo fuma por fumar, por tener algo que hacer mientras me lleva a casa, un día más.

Llegamos a un semáforo, gira su mirada y me observa, yo me percato pero no me inmuto, no le doy a entender que sé que lo hace. Y nada pasa. Pienso en lo que acaba de pasar: Su casa sola, su cama que rechina, su piano al lado de nosotros, las sábanas que ya raspan, las ventanas sucias, la televisión que se ha convertido en el medidor de tiempo más eficaz.

Su petición de tener sexo se parece a la de un niño que desea, en su fiesta de cumpleaños, un trozo de su propio pastel. Recuerdo al mismo tiempo, como me quita la topa, para él es sólo un trámite, nada más. Nunca me contempla, sólo se apresura por quedarse dentro de mi.

Su corazón poco se agita y sólo puedo percibir por su parte su boca abierta a la agitación que le permite su cuerpo. El no grita, ni se mueve a mi lado, sólo se preocupa por primero dar y luego recibir y luego nada.
Terminamos y se apresura a cubrir su sexo. Y se apresura porque nos vayamos. A veces hasta me ha dado la sensación de que no le gusta mirarme, cada vez que planeo mirarlo desnudo, llega a sucumbir nuestro amor en pasión y entonces cierra los ojos, como para no mirar lo que no quiere, no observar en lo que desea convertirse.

Su amor es momentáneo, mientras dura el ritual es por eso que yo creo que jamás le han lastimado, o ni se ha aventurado a amar.

Llegamos a mi casa, apaga el radio y el motor de su carro. Abre la puerta mientras yo recojo mis cosas.

- Gracias por traerme Santiago.
- De nada preciosa.
- Luego nos vemos, te vas con cuidado.
- Si, nos estamos hablando ¿No?
- Sí, nos hablamos.
- Bye.
- Bye.

"Que la influenza no acabe contigo."

.
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.
.
.
Ese ha sido el mejor piropo que me has hecho y sonó como un eco en una caja vacía: Re-(re-re-re) bonito (ito-ito-ito) y ya me emocioné tanto que pienso mañana recibirte en mi casa con un café del starbucks, ese que te debo desde que me fui de tu casa. Sabía que podía correr pero no escaparme...

Aunque no quiero enamorarme, no le puedes llamar enamoramiento a eso ¿verdad? Porque sería muy barato y por lo que me di cuenta, tus gustos son caros, mira que yo te guste, es un síntoma de buen gusto.

El mejor piropo antes de colgar.

Me encanta ese desenfado tuyo, me harás caer, pero de ahí a que me quede contigo, estás todavía muy lejos.

(Para que al rato no me digas que no te lo advertí)

Del amor

Hace poco, mi abuela fue a visitarme.
Ya saben para ver si la nieta única que no se ha casado (ni se casará) necesitaba clases de cocina. Fue algo medio extraño tener a mi abuela en mi casa, en mi departamento, usmeando mis cosas, haciéndome preguntas incómodas, pero ahí estábamos las dos sentadas en mi comedor, mirándonos una a la otra. Sé que ella está pensando en preguntarme algo pero no se anima a hacerlo.

Se lo pido asi de sencillo: Ya, dime, ¿En que piensas abuela?
Ella me mira, seria, jugarse las manos, concentrada. Por fin, suspira y dice: Estoy triste porque tu no tomas en serio al amor.

¿Cómo que yo no tomo enserio al amor?, fue la pregunta que pensé y que únicamente pudo adivinar mi abuela porque abrí los ojos como dos platos extendidos...

Y entonces, tragando saliva, me dijo: Es que tus fotos, es que has tenido muchos novios ¿Verdad?

No me había percatado, pero la observadora de mi abuela se percató del álbum que tengo en la pared de mi cuarto: Fotos de todos mis novios, de mis amantes, de mis amigos y ella dio por hecho de que todos habían estado en mi vida, y de cierta forma no estaba equivocada.

¿Tomar en serio al amor? pensaba en que contestarle a mi abuela.

Por fin, le dije: No abuela, es el amor el que no me toma en serio a mi....

Y si nos vamos a morir...

...A mi no me importa, yo ya cogí un chingo.

Siento pena, pero de esa que embarga y empaña la felicidad, por aquellos que no.
Mi más sentido pésame.

Y que paaaase el fin del mundo.
NO ME CREAS CUANDO TE DIGO QUE ME IMPORTAS...


...lo más seguro es que esté mintiendo...

Pero mientras no me caches en la mentira te diré algo:

Cuando te digo que me importas es únicamente porque necesito sacar el trabajo, no porque me importe si cuando coges lo haces sin calcetines o con.

Muy probablemente leerás esto pero, no seas niña y déjame saberlo...

...Lo que sí es que también me servirá para saber si le platico a mi diario sobre ti o no.

Blanco de Boda.

Si hay algo que no tolero es que hagan llorar a una mujer.
No lo soporto.
Lo odio.

Mi hermana es dos años mayor que yo y siempre ha ido primero en todo, ya sabes mi querido Diario: La primera (y única) en casarse, la primera en titularse, la primera (y única) en tener hijos, la primera en comprar una casa, la primera en tener coche, la primera en... Divorciarse y su divorcio, lo llevaré yo.

Creo que es de las cosas que más le hacen sentir mal a un abogado: Tener que llevar asuntos de sus familiares.

Yo me rehuso.
¿Porqué? Porque no me van a pagar, porque mi ex cuñado es un hijo de la chingada que engañó a mi hermana con una mujer 3 años más joven... Que yo.

Diario querido, no tengo idea de la estrategia que voy a usar. No quiero quedarle mal a mi hermana y mucho menos quiero que ella se sienta una víctima, nadie es víctima en esta vida, yo siempre le dije que era un patán, mi madre se lo dijo, mi padre antes de que se fuera... E insistió en casarse mi hermana la incrédula, nada más porque decía tener dinero, nada más porque tenía una casa en las Lomas y ella siempre soñó con ser una mujer importante, bajándose de su camioneta, comprando en Saks. Nada más porque al pretender bajarle la Luna y las estrellas, nunca se imaginó que le iban a sobrar tantas... E iba regalar a alguien más joven.

Hay hermana, pero eso sí, me gritaste y me dijiste que te tenía envidia, que siempre me quise casar de blanco, que mi madre estuviese orgullosa de mi, que mi corazón se lo hubiera ganado "alguien de provecho" y mira Jacky... Mira ahora, tengo que buscar una manera de que al redactar la demanda de divorcio el juez crea que eres la mujer más infeliz del mundo y aunque creo que ya lo eres y eso no te lo digo por envidia, yo mejor sola que mal acompañada, mejor mi departamento en polanco, mi despacho en polanco, mis amigas y mis amantes... Yo mejor me quedo aquí, haciendo tu divorcio, pensando ¿De que sirvió tanto blanco en una fiesta? Si todo iba a terminar azul, del color que siempre hago firmar las demandas a mis clientes.

Sabe a coco... Es de coco!!

Pues yo empaqué mis cosas, junto con la compra (recomendación de Araceli que no tiene blog pero debería) del bronceador sabor a coco en Walt-Mart.

Llegué al mismo hotel de siempre cuando me voy con mis amigos a manzanillo. Mis amigos son en extremo aburridos, ya te lo puedes imaginar querido Diario: Abogados. Fuera de ser un título, es un adjetivo calificativo al que puede atribuirse, como sinónimo de: Aburridos, al fin que empiezan con las mismas 2 primeras letras... Y terminan con otras, pero iguales, dos...

Luego entonces, me preparé para irme derecho del hotel a la playa sin escala alguna.
El Domingo 5 de Abril comenzó todo. Y es que siempre me encuentro a "personal interesante" en la playa, pero esta vez, tenía correa... Es decir: Una argolla.

Siempre escucho decir que los hombres casados adquieren un "que se yo" que hacen que a las mujeres se nos haga más atractivo la onda del cortejeo, la verdad es que a mi me viene valiendo un nabo si es o no (a menos de que sea gay) así que comencé a atacar pasando justo por enfrente de sus lindos ojos marrón... Dios de solo acordarme... Que cuerpazo morenazo bronceadazo uf...

Me detuve a unos seis metros a su izquierda, como que no queriendo la cosa, y me postré a la orilla del mar a remojar mis hermosos pies.
Se acercó (como no hacerlo) y se sentó al lado mio. Fue raro porque no estoy acostumbrada a que reaccionen tan rápido (no porque dude de mis capacidades, más bien porque los hombres son muy lentos y tardos en recibir señales).

Pasaron escasos dos minutos cuando intentó hacerme plática. La verdad esta es una pequeña queja mi querido Diario, ¿Porqué los hombres se quejan tanto de que no nos entienden si ellos tampoco son claros en lo que quieren? Me explico:

Si yo fuera hombre, no hubiera comenzado la plática con una niña que me gusta con: Hace mucho calor ¿No? ¡Dios! Estamos en la playa OBVIO que hace mucho calor, el calentamiento global está a todo lo que da, ya lo dijo el moustro estadounidense ex presidente de EUA ese ¡Dios!, pero bueno, supongo (quiero excusarlos, porque sé querido Diario que aunque son una raza inferior, de vez en cuando hay que tratar de defenderlos sólo por el hecho de que son seres humanos) que lo hacen porque hay mujeres que, aunque bien que saben que quieren coger, quieren que el tipo en cuestión siempre les hable bonito. En fin.

Después de 15 minutos ahí sentados, 30 de caminar en la playa y ponerle de mi bronceador en la espalda, 25 en el bar del hotel con chela helada en mano y 50 de seguir platicando en el loby del hotel (pero con más peso porque yo lo invitaba a mi habitación de MULTIPLES formas y él nada que entendía) por fin lo tenía en mi cuarto.

No pasaron ni 5 minutos y yo ya estaba con traje de Eva en mi habitación (adoro la playa, los bikinis son tan fáciles de deshacerse de ellos) y él se había sentado en mi cama, mirándome con sus ojos preciosos color marrón, admirando evidentemente mis senos.

Yo sonreí porque el paisaje era digno de una fotografía, si hubieras visto su expresión querido Diario, me darías la razón. Y entonces, recargada en el umbral de la entrada al paraíso le dije: ¿Me dejas lamerte la espalda? Es para una de mis grandes investigaciones (Le había mentido diciéndole que era una ambientalista y estaba a punto de sacar una campaña en contra de los bloqueadores que no eran a base de elementos naturales... Como el coco). Y entonces se levantó de la cama, se despojó del traje de baño azul marino, giró en 180º y me dijo: Si.

¿Para que describir lo demás? Bastará con que diga que ahora el coco es mi sabor favorito.

Al día siguiente nos despertamos a ver el amanecer (Después de 45 minutos de haberle prácticamente rogado que se quedara en mi habitación) y me dijo, con sus ojos marrón, que había escapado de su casa (literalmente hablando) porque quería divorsiarse de su esposa. Le pedí que me platicara más y corroboré mi teoría: Estaba casado con una maniaca depresiva que creía que le era infiel hasta con el viento. Lloro un rato sobre mi hombro, le limpié las lágrimas y le dije: Quitate la argolla.

Me obedeció sin mayor miramiento (aplausos) y yo la metí en mi boca.
- Ya te la limpié -le dije- pero no creas que esto es un lazo a gran distancia, recuerda que lo que hicimos es parte de una historia paralela a tu vida real, una infidelidad sí, pero nada que pueda afectar tu relación ahora. Yo no voy a pedirte que te quedes, sólo quería empezar bien mis vacaciones, pero quien tiene que pensar como pasar bien su vida entera eres tu, querido ojos marrón.

Sonrió, chueco, como suelen hacerlo los hombres que descubren algún hilo negro.
Salimos a almorzar y él se fue a su hotel.

Maravillosas vacaciones, maravilloso atardecer.
Cada día me divierte más ser yo.

Felices no vacaciones

Regresando al DF de porquería me percaté de dos cosas:

1) El tráfico y el calor cada día hacen más de la mierda a esta ciudad; y

2) Mi bloqueador de coco sí que funciona y sabe rico.

Más información en lo que me adapto de nuevo a esta Ciudad de Porquería, porque una siempre, después de un viaje intenso, necesita descansar, pero mi deber era decirles que estoy bien, para todo aquel que le interese.

Quien dice?

Hoy venia caminando por la calle, pensando en los bikinis que me llevaré a manzanillo junto con mi bloqueador sabor coco -por aquello de las lamidas en la espalda, que nunca sabes cuando lleguen- cuando un tipo se me acerca y me dice ¿Te han dicho que eres una de esas mujeres treintañeras que se perciben sumamente sensuales? a lo que yo, únicamente respondí: ¿Perdón? Me perdí en "una de esas mujeres".

Y es que quien es la autoridad para decirte que eres hermosa?
Quién es el jurado? Hay jueces? En caso de empate hay gol de plata?

Y es que yo, después de todo, únicamente sé dos cosas:

1) Yo soy hermosa no porque alguien me lo diga, más bien porque lo noto todos los días frente al espejo (Y así deberían de hacerlo todas); y

2) TENGO 28 AÑOS!

Nostalgia

Extraño ese helado de bing.
Había uno en especial que se convirtió en todo un clásico: Espuma de ángel.

¿Lo recuerdan?
Yo si.

Era rosita con bombones, un día me invitó a tomar un helado ahí, a la narvarte que era finolis finolis y yo no lo era tanto porque no trabajaba de abogada sexosa mata culeros y refunde rufianes en polanco.

Entonces pagabas y luego pedías... Las luces eran naranjas y rosas y mis bombones blancos.
Entonces comiamos y nos tomabamos de las manos.

Reías y me decías que era una niña.
Tenia 17,
tu tenías 25.

Y entonces prendias un cigarro y me enseñabas a fumar.
Y me decias: Que bonitas piernas debajo de esa faldita escolar escosesa... Y metías la mano...
Y me volaba las clases para irnos en tu moto...

Y entonces sucedió un buen día que dejé de ser niña y te lo grité ahi, desnuda en tu cama mientras tu repetías con toda la razón del mundo: Te acabo de joder la vida.

Si, quiero un helado de esos de bing, espuma de ángel y después fumarme un cigarro y que ahora vengas a hacerme anciana, después de que tu me hiciste mujer.

Hay pero como das lata

Cuando una mujer se clava en sus sensaciones (tal cual clavadista de la quebrada) no hay nada más por hacer que tirarse así de sencillo al vacío: Ir por todo o por nada.

Somos tan orgullosas que cuando no hay nada por hacer, nos damos la media vuelta y nos vamos. Bueno excepto las locas dementes que se obsesionan con algun amor del pasado pero ellas no me interesan.

Pero cuando un hombre se clava, al principio suelen ser tiernos y hasta nos dan regalitos que pueden ser como que hasta un ejemplo cute de lo que se debe hacer para halagar a una mujer, pero cuando pasan de esa raya de sutil encantamiento y se vuelven un verdadero pain in the ass, ya no hay como que mucho por hacer.

Los más patéticos van a tu lugar de trabajo y te ruegan todo el tiempo, se te hincan a los pies con un ramo de flores y eso... Es un verdadero y auténtico fastidio.

Deberíamos hacer como un sindicato en contra de ese clan de personas...

Y a Ernesto le grito: ¡Que me deje en paz! Y que si me va a regalar cosas, por el amor de dios que alguien le diga que los chocolates en forma de oso YA NO SON OPCION PARA LIGAR!!!

Comparación

Una amiga me dijo: Yo quiero un novio que sepa bailar, cuando vamos a fiestas, si no baila es bien aburrido.



Yo digo: Yo quiero un amante que tenga un blog interesante, cuando chatiemos a altas horas de la noche, si no me mantiene despierta, no le bailo desnuda...





A veces creo que yo soy de otro planeta...

Vendedora de caricias

Hace mucho que no me dedican una canción y el viernes en plena peda, sucedió.
Me encontré a un ex-novio, y miren que yo no tuve muchos ex-novios, simplemente aventuritas, pero los que se han aventado al ruedo han sido en realidad sólo 3 (por increíble que parezca diario, sabes que no miento) y la verdad a él lo quise mucho...

Entonces estabamos en el ron-roneo de la ciudad viendola con la cortinilla de la madrugada cuando de reojo lo vi...

Me acerqué a él con una de esas cervezas indio que tanto le gustan y me senté a su lado.

- Hola - me dijo, como si en realidad esperara mi presencia.
- Te traje una cerveza - le contesté en automático, como queriendole dar a entender que los saludos estaban descartados y teníamos que entrar "al fondo del asunto" (él también es abogado)
- Me deberías de haber traído una vida - me criticó.
- No, esa ya la tienes

Y entonces me miró a los ojos y pude verlos llenos de lágrimas acuosas en sus dulces tonalidades con las luces del antro-bar-loquesea de polanco.

- Relajate - le dije - Nada tan grave puede pasar en tu vida para que te pongas así.
Su rostro cambió y parecia un puchero.
- Ok, es por una vieja ¿Verdad? - Intuí sabiamente con esa facilidad femenina que nos dio Dios.

Movio la cabeza de arriba a bajo. Él es de las personas más tiernas que conozco en la vida y supe de inmediato que lo habían herido, pero yo sin duda no podía hacer nada al respecto y la verdad es que tampoco quería escucharlo... Ya somos demasiadas las mujeres que decidimos hacer eso como para escuchar las tácticas de alguien más, así que pretendí levantarme, emulando que mi trabajo ahi habia concluído.

Él me tomó del brazo.
- No - Gritó - Vendedora de caricias... Mienteme un poco...

Y ¿Yo quien soy para negar ayuda?



¿Y que dijiste? ¿Ya la tengo? No!

La verdad es que los hombres son un mal, necesario.
Así que tras la urgencia de alguien que me hiciera sentir un poco más querida... Lo encontré en una fiesta el pasado viernes nocturno-workaholic. Amigo de un abogado que colabora conmigo en el despacho.

Me sacó a bailar y no pude negarle mi necesidad de pegar mi cuerpo al suyo, que olía a CK.

Pasó verdaderamente muy poco para que me besara. Pasó menos tiempos para que al salir del bar, me tomara de la mano, me condujera hasta su automóvil y me quisiera llevar a casa. Yo lo dejé porque sinceramente no quería manejar, mi pasante se llevó mi coche para llevar a la princesa de su novia a casa de sus padres. Yo me fui con el prospecto más guapo de todo el año 2009.

Encendió el radio: Beck. Alternativo, suicida, pensé.

Llegamos a su casa, departamento en el tercer piso de la condesa.
Su recamara olía a limpio, tanto que me picaba la nariz.

Y me desestí como si fuese una acción natural de mi cuerpo.
Pero, nos quedamos dormidos.

Al día siguiente te levantaste para seguir jugando al príncipe tierno. Creíste que si me hacias el desayuno yo me quedaria echada en tu bolsa, pero no, me niego a que alguien me atrape, aún no.

Tomé mis cosas del suelo, me vestí y huí.

Al detener el taxi, bajaste las escaleras, estabas en el pórtico. Huye... Eso dijistem lo pude leer de tus labios. Y esta vez, te hice caso.

Pero quizá la próxima vez, no corras con tanta suerte.

Un dejo de actitud...

Resulta querido diario que después de 10 años en el mismo despacho, las cosas ya no me saben igual.

Hay una apatía de mi parte (y si tomamos en cuenta que ya me acosté con la mitad de los que trabajan aqui... Bueno no, pero si con los guapos) ya estoy aburrida.



Ese aburrimiento me llevó a un caso de letargo muy largo, creo que fueron dos semanas y lo único que me motivó a volver a despertar es la repentina (y extraña) noticia que alguien se va a casar con otro alguien.



¿Y ahora que haré con mis zapatos rojos?



En fin, seguimos en el letargo. Entonces ¿Porque no? Perdí un caso.

Ya sé, clavarse con el trabajo suena ñoñisimo pero asi es. Clavada con el trabajo estoy.

No era algo muy importante, en realidad era una clausura que tenía que defender vía amparo. El funcionario público de Miguel Hidalgo que atiende las clausuras es un oaxaco horrible al que me dan ganas de vomitarle en la cara, así que no le entregué una notificación, lo que desencadenó que mi amparo valiera para pura madre. Perdí 200 mil pesos. Mi despacho perdió y ya no fuimos felices. Y mi jefe menos, el restaurante es propiedad de su mejor amigo. Y yo sólo me enojí de hombros: Perdí ¿Que coños quieres que haga?



¡Arreglalo! Mie gritoneó mi jefe (si ese mismo que no me cogí por decir que me habia cogido a su hermano) y me entró la nostalgia.



Seguía sin aplicarme en mi trabajo, mi pasante está apunto de irse así que ya no podré verle las nalgas cuando saque copias... La secretaria ya no coge con el otro abogado (ni con mi jefe) asi que ya no hay pláticas interesantes en las mañanas... Estoy bajando de peso así que ya no hay planes para la dieta... El dejo es horrible...



Obvio no podré hacer que abran de nuevo ese puto restaurante... A menos de que me coja al wey ese horrible. No lo haré. Nunca lo he hecho por dinero, menos por trabajo. Si me corren, a la chingada.



Y lo único que puedo hacer ahora, querido diario, es venir a quejarme contigo, igual y se arregla, igual y no... Igual me quedo sin chamba y me dedico a...



...



...

...

...



Diablos, tendré que buscar que hacer (proximamente harè una lista de loq ue mejor sé hacer... Bueno mejor no)

Que pinche sueño

Soñé que me decias que te ibas a casar.
Y yo con cara de pendeja te contestaba: ¿Qué necesitas más una licuadora o una cafetera?
Me veías con cara de esas que solías poner cuando te preguntaba estupideces.

Y yo seguía de necia: Porque voy a llegar a tu boda con un vestido rojo escotado de la espalda y con esos tacones rojos que te gustaba sentir en tu espalda.

Entones, harto de mis diálogos, me decías: Regálame la cafetera, la necesito para hacerle un café a mi esposa, después de hacerle el amor por las mañanas.

Auch!
Me lo merezco.


Y entonces desperté y era cierto.
Ya estas comprometido.



No me importa, tu prometida nunca se atrevería a ponerse tacones rojos para clavarte los tacones en la tercera vértebra de tu columna. Ella jamás te haría el amor debajo de un puente peatonal. Dudo sinceramente que te llamara a media noche tan sólo para que la escucharas llegar de un orgasmo provocado. Simplemente no considero que ella te desee tanto por las mañanas cuando tu cabello risado está despeinado y te diga con voz suave: Vamos a bañarnos, mi amor.

No me importa, sí iré a tu boda.

Sé que mucha gente me mirará con lástima, pero esa burla, yo no me la pierdo.

Would you like?

- ¿Te gusta comer helado?
- No, prefiero el té
- ¿Té? y de que sabor.
- No, no me has entendido, me gusta tomarTE.



Chiste robado de Lenna, pero adaptado
para fines bloggeriles-sensacionales
de este diario precioso.
Bueno esta bien, ya la apliqué ¿Y?

Mi primera vez

Un post de Gloria (de hecho este) me hizo acordarme de mi primera vez.

Él me dijo: Girl, you'll be a woman soon. Y la verdad sí me temblaron las piernas. Bueno ya tenía 17 años pero él tenía 26.

Esa escena me hizo recordar la escena de Pulp Fiction:



Y esa escena me hizo acordarme de mi primera vez.
De la primera vez que inahlé cocaína.

Fue algo parecido a lo que le pasa a Mina y de hecho terminé en el hospital. Bueno hubiera sido que me inyectaran adrenalina, digo para confirmar que Pulp Fiction es una de mis películas favoritas de todos los tiempos. Pero no, terminé en el hospital.

La verdad es que el polvito mágico me hizo acordarme de la primera vez que me enamoré.
La única puede decirse. Pero resultó que el polvo me recordó un polvo y eso me hizo reír hasta el colmo del hastío.

Y ya con los ojos vidriosos y las ganas de querer dejarlo todo... No volví a hacerlo. Así que mi primera vez con el talco fue la única, la primera vez ebria fue la primera de muchas y la primera vez que me enamoré... Ya ni la recuerdo...

Odio los recuentos de las primeras veces.

En fin... Terminemos con la gran escena:

Una noche de copas

Bueno era viernes por la noche y que me invita mi jefe a tomar unos "tragos coquetos" al bar cercado de donde yo trabajo (¿Polanco, Ciudad de México?, ya sabrán que lo que abundan son: Judios y Bares donde tomar tragos coquetos) la cosa es que ante la nula posibilidad de hacer que el pasante que me encanta faltara a la escuela para cojermelo, pues acepté.

La cosa es que una vez entrados en copas empezamos a hablar sobre indiscreciones tipo: Ha si ¿Te acuerdas de la vez que me quedé en la oficina porque según tenía mucho trabajo? Ah pues me cojí a la secretaria.... Y que llega el momento de confesarme, uy tragué saliva.

Me miraba como que con curiosidad y alcohol mezclados en un cocktail y eso bueno no era muy intimidador, la verdad. Pero me animé y le dije: ME ACOSTÉ CON TU HERMANO.






Sobra decirlo pero: ADIOS A MI AUMENTO ESTE AÑO.....

Lola consejera sentimental

Ayer en la oficina me dedicaba a escribir en este mi diario hermoso cuando mi pasante se agacha y se limpia los mocos de una forma tan ruidosa, que me obligó a preguntarle las razones por la cual su cuerpecito de niño-puberto-casiadulto-pasantedederecho se acongojaba como chamaco que perdió una moneda de cinco pesos.

Mi pasante me dijo que su novia, quien por cierto es una gorda - próximaseñoragordamadecasasacadinerodecarteradesuesposo - gorda, lo había tronado por enésima vez. Este guey la verdad es que si no es el más inteligente del mundo, es muy movido y se ve que en un futuro será un buen abogado responsable y miren que de esos no pululan por ahi.

Me sentí con la obligación de alianza de género por los suelos y me atreví a decirle: A ver guey si te trata como trapo mándala a la chingada, de nada te sirve andar perdiendo el tiempo a menos de que te guste la mala vida, porque si es así entonces termina de limpiarte los mocos, vele a comprar unas rosas y siguele sufriendo, de lo contrario limpiate los mocos, ponte loción y vete a ligar papá.

Se me quedó viendo con cara de incrédulo.

Me sentí un poco mal y sólo le dije: Tienes el día libre, vete a ligar.

Hoy en la mañana llegó con un pastelillo-caloriasalextremo-chocolatoso a darme las gracias, que ya había llegado a un punto en el que se sentía aliviado y sólo necesitaba que alguien le diera un empujoncito.

Ja! Ahora soy consejera sentimental, denme sus peticiones y yo las resolveré con una increíble sinceridad.

Y hoy es jueves, jueves sexual... ¿Qué hacen leyendo esto? Hagan planes para cuando salgan de sus respectivas labores.

La Consejera ha hablado.