Una canción y varios mojitos de fresa...

Una siempre tiene que aferrarse a algo, querido diario, o alguien.
La verdad es que uno sabe perfectamente quien le hace daño y quien no. Pero ahí va uno, dizque a sentir y a ser necio, a tomar varios mojitos de fresa y a sentirse gobernadora y primera dama del mundo, a la vez, y la verdad es que no se puede.
No se puede porque yo sólo tengo una sola canción de Bunbury que me recuerda tanto a... mí.
"Siempre hay otro lugar en la frontera, siempre la esperanza queda y quizá pueda ser mañana, que el amanecer te traiga de vuelta a la chica triste que te hacía reír"...
Ojalá que el destino me lo traiga de nuevo porque sí me hacía reír y yo no me fío de lo que el oráculo me diga, es que soy ortodoxa y no me gusta pensar que yo nada más vine a este mundo de paso, de puntitas.
Soy increíblemente cobarde por elegir estar bien que sufrir pero ¿A quien le importa? ¡¿A ti?! ¡Por favor! Tu ya ni recuerdas que existo y yo... Con una canción de Bunbury vienes a mi como si fueses un ingrato recuerdo... No. Momento. Eso eres.

Historia

Ya tengo novio querido diario.
Se llama Darío ¿coincidencia? No tanto.
Lo hallé en una empresa famosa, en las escaleras de incendios. Nuestras miradas provocaron un choque de deseo. Nos besamos, nos manoseamos y de pronto nos enteramos que íbamos a la misma junta. Licenciado de RI de tercera que no sabe de derecho se enamoró de una Abogada de primera que no sabe nada de RI.

Me invitó a comer, luego a cenar, luego me llevó a mi casa.
Me invitó a comer, luego al cine, luego a cenar, luego me llevó a mi casa.
Me invitó a comer, luego al cine, luego a bailar y luego a cenar.... Y lo llevé a su casa.
Lo invité a desayunar, luego a comer, luego al cine y luego me invitó a cenar.
Lo invité a desayunar, luego a comer, luego por un helado, luego al cine y luego a mi departamento.
Me invitó a comer, luego a su departamento.
Lo invité a mi departamento.
Me invitó a su departamento un fin de semana.
Nos invitamos un fin de semana a San Miguel de Allende y nos hicimos novios de manita sudada y de mensajes idiotas por celular.

Ya me hacía falta.
Pero la verdad, no sé cuanto dure siendo una noviecita idiota.
A mí como que ese papel, no me va muy bien, querido Diario.

A ver que pasa.

Pero hace mucho que no me emocionaba al escuchar mi celular sonar...

Mi vida se duerme, digamos que es un timeout.

Como seguro ya te percataste, querido diario, no me he parado por acá a escribirte vanagloríandome de mis nuevas adquisiciones, y no es que no las tenga, más bien es que no me quiero vanagloriar siempre por la misma cantaleta: Yo y las circunstancias para lograr escaparme del amor.
No me mal interpretes querido diario, tu sabes mejor que nadie que he vivido enamorada... y no. Y que como ya sé lo que se siente ambas partes de la vida, he optado más por aquella en la que no se llora y no se rebaja uno como persona individualista. Y es que es verdad, en la vida siempre seremos uno, nunca será reconocido como si dos ocuparan el mismo lugar, vamos es hasta físicamente imposible. Así que me acostumbré a oír al silencio y tan sólo ocuparme del ruido de mis tacones al caminar por la sala. Pero que bonito se oye mi respiración agitada en la caminadora mientras corro... De fondo: The Cure.
No he de mentirte querido diario, finalmente ¿Cuál sería el objetivo? Tu ya conoces todo de mi... Hasta sabes que ya tengo conocimiento pleno de la razón objetiva y no subjetiva por la cual el niño abogado me dejó por una licenciada de cuarta: Porque soy mucho para él.
Quizá tenga razón, él sigue siendo un abogadito cualquiera sin experiencia y con mucho por hacer, yo al contrario tengo muchas cosas recorridas. puedo darme el lujo de regalar consejos y mandar a todos a saludar a sus madres, ahora que está tan de moda.
El asunto está en que me siento terrible por saber con certeza plena que prefirió a otra mujer que posiblemente esté a su altura pero que jamás tendrá la misma pasión que yo. Que tragedia.
Ya tiene mucho que no hablamos y esa relación está a un paso de desaparecer. Que pena.
Que pena, pero mi vida se está durmiendo y hoy por hoy tendré que ser más abogada que nunca, en eso se gasta mi tiempo, en trabajo. Lo demás, sé que terminará por concretarse de una vez por todas, de todas maneras cada vez que no lo cuento, me sale mejor...