Silencio

La razón por la que no he escrito, querido Diario, la conoces ya.
El niño abogado se fue.
Le ofrecieron un mejor sueldo y se fue con la prerrogativa de más de ya no volver a saber nada de mi.
Me quedé con sus promesas en las manos. En mis palmas que se convirtieron en puños. Del coraje, del dolor.
Me quedé con un momento, en un restaurante lujoso, tratando de controlar mis propias lágrimas al momento en el que me dijo que prefería irse a quedarse, era para él mejor, dejar de intentar.
De intentarme.
Y se fue. Se llevó sus cosas en una caja y lo que quedaban de mis ganas de amar, en un folder color manila.
Tengo más de una semana de escuchar el silencio, y al mismo tiempo, a mi corazón reclamarme algo que no logro distinguir.
Ni lograré distinguir.
Estoy muy triste por ahora y por estos días raros, querido diario. Lo que me preocupa es que mi subconsciente me reproche y me diga: Te lo dije.
Pero tu no me lo dirás ¿verdad? Tu no.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Intente Usted obtener un resultado de la siguiente exposición semántica:

"El precio siempre resulta muy barato cuando, precisamente, alcanza a etiquetarse como tal."(FdeB-SXXI)

"Quien ha puesto la mira en un objetivo distinto al que uno distingue, siempre atinará a equivocarse desde nuestra perspectiva"(FdeB-SXXI)

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Simple ¿verdad?

PREMISA MAYOR
premisa menor
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Resultado/Sentencia