El primer romance del 2012 es a distancia querido diario. Los deseos de año nuevo son complicados de cumplir ahora que me he prometido ir a menos fiestas y tener más concentración para la A.C. que quiero crear.
Entonces saqué una BB nueva y comencé a buscar supuestos amantes sin tener ninguna cantidad de éxito. Pero sería yo una mentirosa si no agradezco a la BB que en cuanto se me cayó en Perisur, un hombre coapeño más bien del tipo sateluco muy sexy me ayudó a recobrarlo.
No soy fanática de ir a esos lugares pero MAC sólo es grande ahí. Entonces emprendí mi recorrido a lo más sur de la ciudad que podía: Cerca de Ciudad Universitaria. Me parece que es Coyoacán. No sé.
Estaba escuchando una canción de Katy Perry en su ipod y traía una polo blanca con jeans y su cutis casi perfecto, guapísimo.
- Gracias.
- Por nada. ¿Vienes al cine?
- ¡Venimos! Si tu quieres.
Y entramos a ver alguna película que estaba en ese horario, cuyo nombre no puedo recordar derviado de la cantidad de besos y caricias que el hombre sureño me propinó en la última fila del cinépolis.
Pero, volvemos a lo mismo: Amor de distancia. Amor de lejos.
Y esos a mi, no me duran mucho.
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