Después de mucho tiempo, terminé de leer a García Márquez.
Este libro, cuya pasta dura me interesó más que el título, debo confesar, realmente es bueno.
Tiene un tinte irónico-amoroso-idílico-fantástico que me gustó y me llevó a la conclusión de que si alguna relación amorosa no es así, entonces no vale la pena.
En otras noticias, querido diario, el viernes de margaritas con mis amigas, me encontré al pasante maravilla con su novia, con la que me acabo de enterar, tiene más de medio año. Oh dulce ironía del destino. Oh maravilloso sexto sentido femenino. Oh Oh!
¿La verdad? Es más bonita que yo, tiene un aire de porte digno de la infanta Sofía. Tiene el pelo negro, largo y arreglado; contrario de mi. Es alta, contrario de mi, es flaca-tipomodelo, no tan contrario de mi pero en algo de plano me gana de una manera irresistible: Es sensualmente agradable a la vista, socialmente agradable al oído y tímidamente mejor novia de lo que yo pudiera ser para ti. Lo reconozco: Ella te escucha. Se inclina a ti para mirarte hablar con una paciencia que yo no tendría. Ella es simplemente lo que andabas buscando.
No es mi antítesis, mentiría. Simplemente es menos iracunda que yo. Me alegró verte con ella, contrario de lo que seguramente piensas. Y yo, con el cigarrillo entre los dedos cuando saliste a encender el tuyo, sólo alcancé a decirte: Buenas noches.
¿Buenas noches?
Sí, con esa cara de ingenuo te quedaste cuando supiste que me había enterado de todo. ¿Quién iba a decir que mi mejor amiga es la novia de uno de tus primos? ¿Quien iba a decir que nos encontraríamos y sería tu propio primo quien me contó la verdad sobre ti?
Que estabas enamorado de mi... Pero que yo no era lo que quieres...
Muchachito ¡Qué listo eres!
Yo también dejaría algo que me gusta mucho por algo que siempre quise.
Creo que por ese sólo hecho, yo también, en algún momento, me sentí muy atraída por ti. Eres listo.
Me fui, dejándote con tu hermosa novia y tus manos llenas de ella.
3 comentarios:
Ten la certeza que esa noche (y quizás las que le siguieron), cuando veía a su hermosamente perfecta novia, sólo quería verte a ti.
Así es, ando de aparecido con relatos cero izquierdosos ni con tintes de escuincle-que-quiere-cambiar-al-mundo-en-una-sesión-de-café, así que puedes visitarme cuando gustes :-P
Y sí, coincido con Andrea; el pasante ese te deseaba en ese momento sólo a ti (y quién no!!)
Un beso!
No tengo esa certeza amiga Andrea, la verdad preferiría que la viera a ella (a la novia) yo ya no quiero tener cargos de conciencia.
Bueno mi estimado Cache, habrá que ponernos de acuerdo. Por otro lado, mil gracias por la flor. Te regreso, de igual forma, el beso que me dejaste.
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