La situación del mundo en realidad es preocupante. A diario las noticias nos atacan con situaciones cada día más extremas.
Lo cierto es que a últimas fechas, querido diario, he notado que ya nada nos sorprende.
¡Quinientos cincuenta y siete muertos! Y nuestra reacción parece ser como si estuviéramos sometidos a un cuarto blanco sin acción. Quietos.
Por eso he decidido que mi vida girará con el presente y que si mañana una bala perdida me cae en la cabeza, moriré pensando que siempre vi colores, no el blanco sin chiste.
Regresamos a la Capital después de unas intensas vacaciones. El mar es sumamente relajante.
Redireccionemos entonces nuestras ganas en este 2011, no en lo que pasó si no en lo que construimos día a día.
P.D.
Uno de mis nuevos seguidores se me hace conocido.
¿Será que me espían?
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