La culpa no la tienes tu. Yo sé que aunque tengas muchas amantes, siempre te enamoras. La culpa es de tu amor, ese que no tiene final, que no acaba y no terminará.
Si tu apostaras a estar sólo conmigo, sabes que te defraudaría. Si yo a postara a estar sólo contigo, sé que me defraudaría.

Por eso nos amamos y odiamos tanto, ese amor verdadero que podría encontrarse en cada esquina, es digno de una novela de París.

El problema de todo esto, es que nuestro amor, no existe.

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