El pasado regresa y regresa y regresa y...

Resignada desperté, querido diario, y en automático comencé a arreglarme. El día pintaba para estar muy nublado pero aún así decidí ponerme falda con unas botas nuevas que decidí comprar, finalmente. Me enfundé en maquillaje porque no soy buena para fingir alegría, no es que no la haya querido diario, es simplemente que uno se cansa de sonreír. No fue educada como las señoritas que les encanta concursar para Miss Universo, afortunadamente.

Llego al trabajo y mi socio me interrumpe a medio sorbo de mi café de grano. "Te necesitamos en junta, urgente", me dijo y yo me moví de mi asiento, con el café en la mano humeante, dejando un rastro de olor a cada paso que daba.

El salón de juntas es de esos pomposos que jamás usamos. Ostentoso hasta para los abogados, caray tantos vestidos y bolsas que me hubiera podido comprar con lo que se gastó. En fin.

Entonces sentí una mirada, abrí el panorama y ahí estaba un hombre que se me hacía conocido, pero no lograba ubicar bien. Me llamó por mi nombre y sólo emití un: ¿Qué tal? por lo que sólo recibí una mueca medio forzada.

Entonces mi socio entró preocupado, él es quien se encarga de los asuntos del dinero y de la entrada y captación de asuntos. Últimamente no nos ha ido nada bien, aunque tampoco es para generar estrés y conflictos. Te digo diario, entra preocupado y comienza a hablar mientras yo hago mariposas en mi libreta hasta que escucho: Entonces Humberto formará parte del grupo de socios.

Despierté por el nombre más que por la reestructuración de mi despacho. Humberto ahora sonríe glamurosamente a mi y a los otros dos socios y me dice sin recato: Entonces ahora seremos 4 ¿Verdad Dolores?

Impactada, sólo alcanzo a disimular para bajar de nuevo la vista y contestar un: Como sea ¿Es todo? Tengo trabajo que hacer.

Salí de inmediato pero es que querido diario ¿Recuerdas quien es Humberto?
Déjame refrescarte la memoria.

Cuando yo tenía como 17 o 18 años, intenté por todas las formas posibles que él sucumbiera a mis encantos, pero la verdad es que jamás me tiró un lazo. Despechada algún día, en plena borrachera, yo le condené que nos volveríamos a ver las caras y entonces sería él quien quisiera estar conmigo, aunque fuese una sola noche. Y ya, pasó sin pena ni gloria.

Para entonces Humberto ya estaba en cuarto semestre de derecho, en la UNAM. Jamás pretendí que hiciera cosas grandes, era un rojillo sin remedio y seguramente terminaría siendo abogado laboralista. Y ahora resulta que es él quien va a rescatar mi despacho.

En fin. Salí fingiendo demencia hasta que me alcanzó y me preguntó el jodido: ¿Cómo estás?

No lo pude evitar, por más que quise mi querido diario y le solté la letanía: Mira Humberto, no creas que por estar aquí y pretender ponerte la casaca de héroe, te va a ir bien conmigo o te vas a reinvindicar, lo cierto de las cosas es que (y suspiré) me aprietan estas zapatillas y ya me quiero ir a sentar a mi oficina.

Y me fui.

Horas más tarde me mandó un mail. Que quiere ser mi amigo, que le de oportunidad, que el cielo que la luna y que las estrellas.

Pero ¿sabes lo que va a pasar mi querido diario? Me lo voy a coger porque seamos honestas, se necesita estar agradecida con los grandes favores no es así, por eso y porque también quiero disfrazar que le traigo ganas desde hace mucho tiempo.

En fin, pinche ciclo de la vida ¿No crees querido diario?

5 comentarios:

Vain¡lla dijo...

ja!, a huevo. Cógetelo, que para eso te lo puso la vida en frente de segunda vuelta.

El Ángel Caído dijo...

Al final se habrá salido con la suya. Mejor nomás préndele el boiler pero no te bañes.

tonymoca dijo...

Estoy de acuerdo con el ángel caído, calientalo tanto que cuando lo tengas a punto te das la vuelta y te vas, le va a dejar un dolor de huevos insoportable je je y se tendrá que hacer justicia solito.

(porque corres el riesgo de que sea precoz)

La Gloria soy yo . dijo...

Amorphis ...eso sonó muy grotesco...incluso para mi jajaja.
Querida Lolita me parece perfecto tu plan ... pero hazle saber quien tiene las riendas.
Y que las cosas pasan ...solo cuando tu quieres que pasen.
=)

Lolita dijo...

Las segundas vueltas, Andy, son para tomarlas rápidas y furiosas, como ya las conoce una...

¿Prender el boiler? ¡Voy a provocar un incendio mi querido Ángel!

Las cosas son, cuando las mujeres lo aprueben mis niños Amoprhis y Gloria, así es siempre.