Siempre he creido que yo fui Marylin Monroe y que ahora me llamo Dolores por caprichos del triste destino.
Si no te he llamado...
En estos días, querido diario, poco falta para que la aberración acabe conmigo. Y es que eso de "portarme bien" sólo me sale cuando no hay nada (o más bien "nadie") a la vista. Entonces echo vista al pasado y me encuentro con una lista larga de amigos que estarían dispuestos a llevarse varios besos regalados con una cena en polanco. Entonces me topé con Alejandro y la luz me volvió al rostro. Sinceramente ya no me acuerdo porqué dejamos de vernos. Lo único que viene a mi mente es una canción noventera de Pulp cada vez que a mi mente llega su esbelta figura. Pero nada más. Llegó diciendome: Si no te he hablado es porque tengo miedo de que te des media vuelta frente a mi. No lo tomes a mal, me gusta tu espalda, pero prefiero el frente que puede hablar al detrás que calla. No lo tomes personal, Alejandro, es sólo que mi espalda sabe hacer mucho mejor algo que mi frente no: Sabe callar. Porque yo, queridos (Alejandro y mi querido Diario), yo hablo mucho.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Hemos cambiado tanto...
Esa misma canción...
Publicar un comentario