Soñé que me decias que te ibas a casar.
Y yo con cara de pendeja te contestaba: ¿Qué necesitas más una licuadora o una cafetera?
Me veías con cara de esas que solías poner cuando te preguntaba estupideces.
Y yo seguía de necia: Porque voy a llegar a tu boda con un vestido rojo escotado de la espalda y con esos tacones rojos que te gustaba sentir en tu espalda.
Entones, harto de mis diálogos, me decías: Regálame la cafetera, la necesito para hacerle un café a mi esposa, después de hacerle el amor por las mañanas.
Auch!
Me lo merezco.
Y entonces desperté y era cierto.
Ya estas comprometido.
No me importa, tu prometida nunca se atrevería a ponerse tacones rojos para clavarte los tacones en la tercera vértebra de tu columna. Ella jamás te haría el amor debajo de un puente peatonal. Dudo sinceramente que te llamara a media noche tan sólo para que la escucharas llegar de un orgasmo provocado. Simplemente no considero que ella te desee tanto por las mañanas cuando tu cabello risado está despeinado y te diga con voz suave: Vamos a bañarnos, mi amor.
No me importa, sí iré a tu boda.
Sé que mucha gente me mirará con lástima, pero esa burla, yo no me la pierdo.
4 comentarios:
que hot eres.!!!
Perfecto Drayden, esa es la intención: Plasmar lo que soy. Sí. Así soy yo.
hola! es original tú blog me encantria formar parte de tú seguidores mi blog es: www.weletters.blogspot.co,. gracies
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Yo soñe que esta historia tendria final feliz.
Es la misma con la que lo viste en el bar?
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