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Que horror, pero que verdadero horror sonarse la nariz. Odio de verdad tener que llorar, pero odio más aún tener que limpiarme la nariz, porque todo moquea, todo se escurre... Hasta los sentimientos. Se deslavan quien sabe porque pero cuando una mujer llora, como que se desgasta todo, la cara, los labios, los ojos, la piel, el amor... Se reseca la relación en donde uno supuestamente creía.

Odio llorar y tener que secarme los lagrimones, sonarme la nariz y verme rojos los ojos ¡Ni que hubiera sido un pasón! Por favor.

Pero bueno, a veces uno no controla esas cosas y llora.

Aunque tenga el corazón reseco ya.

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