Lo miré. Me miró.
Hola dijo y no le contesté.
Le miraba con furia y no pude contenerme.
Le dije: Sí, te amo ¿Y que?
Sabía lo que diría, es demasiado predecible.
Me di la media vuelta y me fui.
Lo dejé con la cuenta de mi café latte y una dona sin morder.
A mi me dejó sin propina, sin ganas siquiera de ver la vida.
¡¡Ya ven!! ¿Para que no me ayudan?
4 comentarios:
En primera no se como llegaste a mi blog, pero gracias por la visita, espero no sea la unica, en cuanto a este post, ups si, la verdad suele doler mucho pero ni modo, es mejor saber que vivir con engaños o con personas que no daran lo mismo por ti, por mas que ames a alguien no es sano estar ahi cuando la otra persona no esta dispuesta a dar lo mismo por ti.
la verdad duele tanto, que por eso prefiero vivir en mi mundo.
aunque después, cuando me tope con el mundo real, me estresaré...
Hola, respondiendo a tu pregunta en mi blog, no sólo lo creo! lo sé, lo vivo.
Parafraseando al chileno Jodorowsky y con respecto a tu entrada: No pidas que te amen; tu ama, los incendios no tienen dueño.
Kletus: Oh por Dios yo no sé como llegué al tuyo pero esto de ir blog tras blog ah como me imagina a las batallas en la c..ejem gracias por devolver la visita. Amar como que ya está sobrevalorado lo de hoy es enamorarse muchas MUCHAS veces!!!
Barbara: Ah es padre sufrir, no te estreses, fluye.
Pablito: Mira que me has leido el pensamiento por eso a volar todos y si aquello otro dices que lo vives pues a ver si me enseñas a vivir un poquito.
Publicar un comentario