Estoy en el escritorio de mi oficina, viendo los errores de mi anterior post, querido Diario. (No vuelvo a postear desde mi BB).
Escucho algo de jazz y estoy pensando en ir a cenar burritos, de pronto se me antojó.
Hay 34 mensajes sin leer en mi celular. Lo dicho: Diciembre es el mejor mes para cazar un amante, todos se sienten vulnerables, y lo más importante: Solos.
No hay nadie que yo conozca, querido diario, que pueda hacer algo efectivo contra la soledad. Pero yo juego con ella todos los días a las escondidas en mi casa...
Espero que nunca me encuentre. A la fecha vamos 30 a cero y eso, ya es un récord.
Siempre he creido que yo fui Marylin Monroe y que ahora me llamo Dolores por caprichos del triste destino.
La curiosidad mató al gato
De todas las cosas que podía imaginar que pasaran en mi vida, querido diario, me sucedió hoy.
Volvía de comer de aquel lugar de ensaladas cuando al sentarme en mi escritorio me percate de un recado de mi secretaria: licenciada, le llamó la Lic. Contreras.
¿Se habría enterado de lo nuestro la novia del niño abogado? Tomé un respiro y marque en mi móvil el teléfono que dejo en el recado.
- Ya me enteré Dolores.
- ¿Apenas te enteras de lo de wikileaks?- Quise reírme un poco.
- Me sorprende todo esto pero ya me lo confesó todo Dolores.
- Dame un minuto Cristina, ¿Planeas que adivine de que demonios me estas hablando?
- Ernesto me dijo que estuvo loco por ti y que...
- Ok, quiero creer que conoces la diferencia entre verbos en pasado y en presente...
- No trates de ser graciosa conmigo, no te queda.
- No trates de ser la víctima en todo esto, no te queda. Voy a ser muy sincera contigo, no porque te odie o porque quiera que lo de ustedes no funcione, sinceramente poco me interesa, más bien porque quiero que dejes de hacerme perder el tiempo de esta manera. Tuvimos Ernesto y yo un tipo de romance, no fue la gran cosa, nisiquiera hubo sexo, pero eso fue mucho antes de que ustedes dos comenzaran con algo serio. Ahora, repito, si no conoces la diferencia entre el pasado y el presente, regresa a la primaria, yo no tengo porque darte explicaciones de nada.
Después de un silencio, no tuvo mejor opción que contarle. Sentí pena por ella, no se merece sufrir con el pensamiento constante de que su hombre esta pensando todos los días en alguien que no eres tú, pero repito, ese no es mi problema.
Aunque debo admitir que me dio curiosidad saber porque lo supo. ¿Ernesto se lo confesó todo? Imagino que lo vio hacer esa cara de nostalgia, esa que hubo hecho cuando alguien le preguntó algo de su anterior jefa.
Curiosidad.
Ojalá y se haya puesto nervioso.
Seguro le tembló la voz y le sudaron las manos.
Puedo apostar que hasta tartamudeo.
Me voy a la cama pensando en ese estrujo que hizo el corazón de esa mujer cada que escucha mi nombre, cada vez que su hombre se acuerda de mí.
Volvía de comer de aquel lugar de ensaladas cuando al sentarme en mi escritorio me percate de un recado de mi secretaria: licenciada, le llamó la Lic. Contreras.
¿Se habría enterado de lo nuestro la novia del niño abogado? Tomé un respiro y marque en mi móvil el teléfono que dejo en el recado.
- Ya me enteré Dolores.
- ¿Apenas te enteras de lo de wikileaks?- Quise reírme un poco.
- Me sorprende todo esto pero ya me lo confesó todo Dolores.
- Dame un minuto Cristina, ¿Planeas que adivine de que demonios me estas hablando?
- Ernesto me dijo que estuvo loco por ti y que...
- Ok, quiero creer que conoces la diferencia entre verbos en pasado y en presente...
- No trates de ser graciosa conmigo, no te queda.
- No trates de ser la víctima en todo esto, no te queda. Voy a ser muy sincera contigo, no porque te odie o porque quiera que lo de ustedes no funcione, sinceramente poco me interesa, más bien porque quiero que dejes de hacerme perder el tiempo de esta manera. Tuvimos Ernesto y yo un tipo de romance, no fue la gran cosa, nisiquiera hubo sexo, pero eso fue mucho antes de que ustedes dos comenzaran con algo serio. Ahora, repito, si no conoces la diferencia entre el pasado y el presente, regresa a la primaria, yo no tengo porque darte explicaciones de nada.
Después de un silencio, no tuvo mejor opción que contarle. Sentí pena por ella, no se merece sufrir con el pensamiento constante de que su hombre esta pensando todos los días en alguien que no eres tú, pero repito, ese no es mi problema.
Aunque debo admitir que me dio curiosidad saber porque lo supo. ¿Ernesto se lo confesó todo? Imagino que lo vio hacer esa cara de nostalgia, esa que hubo hecho cuando alguien le preguntó algo de su anterior jefa.
Curiosidad.
Ojalá y se haya puesto nervioso.
Seguro le tembló la voz y le sudaron las manos.
Puedo apostar que hasta tartamudeo.
Me voy a la cama pensando en ese estrujo que hizo el corazón de esa mujer cada que escucha mi nombre, cada vez que su hombre se acuerda de mí.
Confesiones (Parte uno)
A mi se me hace que me están espiando.
Nada me hace llorar. Sólo mis ojos se llenan de lágrimas pero jamás salen.
Mis tacones suenan fuerte.
Odio la música de Luis Miguel.
Los que se visten con tenis y jeans rotos me dan "cosita".
No doy propina en los auto lavados.
Tomo tres tazas de café al día, mínimo.
No me separo de mi celular.
Soy una mujer que cree que desahogarse con margaritas es demasiado aburrido.
Nada me hace llorar. Sólo mis ojos se llenan de lágrimas pero jamás salen.
Mis tacones suenan fuerte.
Odio la música de Luis Miguel.
Los que se visten con tenis y jeans rotos me dan "cosita".
No doy propina en los auto lavados.
Tomo tres tazas de café al día, mínimo.
No me separo de mi celular.
Soy una mujer que cree que desahogarse con margaritas es demasiado aburrido.
Curiosa
Querido Diario, te mentí un poco. Debo de ser honesta, trato de hacerlo, pero la verdad es que todos nosotros buscamos que nuestra vida sea un poco más, interesante.
Cuando Darío me dijo entre bromas, hace como un mes, que se iba a casar, no le creí nada. Ya lo ha hecho otras veces, y me hacía sonrojar cuando al terminar de decirme las cosas tan hermosas que planeaba hacer en su boda, culminaba con un: Pero voy a pensar todo el tiempo en ti.
Pensaba que era una de esas frases de galán barato para que yo siguiera pensando en él. Igual y si, podría pasar que yo me quedara en una especie de limbo de vez en cuando pensando en lo terriblemente cursi que sería que un hombre estuviera pensando toda su boda en otra mujer que no fuese su esposa.
En mi.
Creo que no calculé las cosas, querido diario. Pero todas esas veces sabía que estaba mintiendo. Hasta hoy.
Que me contaron la verdad.
Fue cierto.
El fin de semana pasado Darío se casó y en un arranque (el primero en su matrimonio) le gritó a su esposa llamándola por mi nombre. Fue todo un shock, su ahora esposa se llama Diana y le gritó llamándola "egocéntrica Dolores". Sus ahora suegros querían matarlo, su esposa echó a perder las horas gastadas en el salón de belleza, su hermano le dejó el ojo morado.
Yo estoy como pasmada.
¿Cuántas veces un hombre te dice la verdad?
No sé si lo vuelva a ver, pero no puedo evitar la curiosidad de preguntarle:
¿Qué se siente casarte con alguien a quien no amas?
Nada es para siempre
Tal como se venía venir, querido diario, como quizá yo también ya lo sabía (pero me negaba a aceptar) la historia del niño abogado culminó a partir de hoy.
Este será, entonces, un recordatorio para mi deseo de tenerlo cerca y mi desdén por otras opciones. Será una anotación mental escrita con pluma roja de que yo, decidí desmarcarme de su vida.
Él realmente no hizo nada para que nos separáramos. La verdad es que él quería seguir conmigo, viéndome, hablándome, sintiéndome pero cometió el error, querido diario, de decirme que cada vez que lo hacía, se sentía culpable. Culpable de engañar a su novia conmigo.
Y yo, yo no estoy para cargar culpas de nadie.
La idea es ser libre y si él piensa que con verme, siente un yugo que emana desde la muñeca de su novia, no tiene nada que hacer conmigo. Qué vaya y la busque a ella, que platique por horas con ella y que sea ella quien procure darle lo que yo le doy... Yo estoy fuera de circulación con él.
Y conste que no soy moralista "si tiene novia, es prohibido" para nada. Pero si él no se siente libre conmigo, no tengo porque esconderme, no tengo porque fingir, soy mucho más que eso. Y merezco mucho más que eso.
Es una pena, querido diario porque yo debí de haber sabido que alguien tan pequeño como él no entiende que el amor no debe ser un grillete.
Ya lo decían nuestros tíos (o padres) en los años 70's: Free love.
La historia pudo dar para tanto...
Pero éste es el final.
Amor = Problemas
Las mujeres de hoy, querido Diario, no queremos entender pura y simple aritmética del corazón. Por más que digamos que sí, no es cierto.
Los hombres son muy idiotas, como niños con zonas erógenas y genitales grandes. Son tontos, no entienden razones y parece que nunca cursaron lógica en la preparatoria.
¿Porque los necesitamos?
Porque hacen buenas chambas. Y también porque de vez en cuando nos hacen sentir bien. Pero básicamente ese "hacer sentir bien" está relacionado con la confirmación de cosas que ya sabemos pero que somos incapaces de reconocernos a nosotras mismas, como que somos lindas, independientes, sensuales.
A veces querido diario, somos tontas. También es normal, la ventaja es que a nosotros nos dan periodos, ellos siempre serán así.
Entonces ¿Qué prefieres? Se una madre... ó una simple amante.
Ya sé, no las estoy tratando de convencer de mi estilo de vida. Sólo que para mí, el dicho: Si el árbol te da limones, aprende a hacer limonada es como si se dijera: No te fijes en las hojas, ni en las ramas, ni en el tronco, sólo en lo que puedes aprovechar.... Además de que en esta vida, hay muchísimos árboles.
¡MUCHOS!
Estoy convencida de que el amor siempre trae consigo muchos problemas, hay quienes deciden enamorarse, bravo por ellas. Pero recuerden: Es cuestión de elección. Todo lo es.
Los hombres son muy idiotas, como niños con zonas erógenas y genitales grandes. Son tontos, no entienden razones y parece que nunca cursaron lógica en la preparatoria.
¿Porque los necesitamos?
Porque hacen buenas chambas. Y también porque de vez en cuando nos hacen sentir bien. Pero básicamente ese "hacer sentir bien" está relacionado con la confirmación de cosas que ya sabemos pero que somos incapaces de reconocernos a nosotras mismas, como que somos lindas, independientes, sensuales.
A veces querido diario, somos tontas. También es normal, la ventaja es que a nosotros nos dan periodos, ellos siempre serán así.
Entonces ¿Qué prefieres? Se una madre... ó una simple amante.
Ya sé, no las estoy tratando de convencer de mi estilo de vida. Sólo que para mí, el dicho: Si el árbol te da limones, aprende a hacer limonada es como si se dijera: No te fijes en las hojas, ni en las ramas, ni en el tronco, sólo en lo que puedes aprovechar.... Además de que en esta vida, hay muchísimos árboles.
¡MUCHOS!
Estoy convencida de que el amor siempre trae consigo muchos problemas, hay quienes deciden enamorarse, bravo por ellas. Pero recuerden: Es cuestión de elección. Todo lo es.
La cruda verdad
Pocas son las veces en que me he resignado a hablar de mi.
Así es querido diario, leíste bien: Resignado.
La verdad es que el síndrome del argentino no me sienta muy bien, odio hablar de mi porque la poca gente que me queda como amistad sólo sabe hacer bien una cosa: Hablar. Y yo sólo sé hacer una cosa bien: Oír. Porque no escucho, la verdad es que el 90% de las cosas que me dicen, me importa un comino. Creo que es por eso que no tengo muchos amigos...
- ¿Te acuerdas del tipo que te conté ayer?
- No.
- Sí, del hombre aquél que me coqueteaba con...
- No, lo siento.
- Pero si te conté ayer.
- Sorry.
Y ahí van otra vez.
La humanidad se siente más sola que nunca pero tampoco crean que una va a estar siempre ahí para escuchar cualquier clase de mezquindades. No, al menos yo no.
Pero alguien me preguntó en plan muy en serio si yo había amado alguna vez. La verdad me agarró en curva y no supe que decir.
Luego lo pensé bien y creo que...
No, tampoco sé bien si sí o si no. No tengo argumentos para demostrar ni uno ni otro y como yo, la verdad no creo que en el amor, me atrevo a decir que he amado, tal vez como la mayor parte de ustedes: A ratos.
Ratos que duran años, meses o a veces días. Pero nada más.
Quien haya amado toda la vida...
...
... Es porque es personaje de Gabriel García Márquez...
....
Y ni así te impide la trama echarte un polvo de vez en vez.
Así es querido diario, leíste bien: Resignado.
La verdad es que el síndrome del argentino no me sienta muy bien, odio hablar de mi porque la poca gente que me queda como amistad sólo sabe hacer bien una cosa: Hablar. Y yo sólo sé hacer una cosa bien: Oír. Porque no escucho, la verdad es que el 90% de las cosas que me dicen, me importa un comino. Creo que es por eso que no tengo muchos amigos...
- ¿Te acuerdas del tipo que te conté ayer?
- No.
- Sí, del hombre aquél que me coqueteaba con...
- No, lo siento.
- Pero si te conté ayer.
- Sorry.
Y ahí van otra vez.
La humanidad se siente más sola que nunca pero tampoco crean que una va a estar siempre ahí para escuchar cualquier clase de mezquindades. No, al menos yo no.
Pero alguien me preguntó en plan muy en serio si yo había amado alguna vez. La verdad me agarró en curva y no supe que decir.
Luego lo pensé bien y creo que...
No, tampoco sé bien si sí o si no. No tengo argumentos para demostrar ni uno ni otro y como yo, la verdad no creo que en el amor, me atrevo a decir que he amado, tal vez como la mayor parte de ustedes: A ratos.
Ratos que duran años, meses o a veces días. Pero nada más.
Quien haya amado toda la vida...
...
... Es porque es personaje de Gabriel García Márquez...
....
Y ni así te impide la trama echarte un polvo de vez en vez.
cosa de volver
Ayer te volvi a ver. No pude soportar el frio sin ti y como una cobarde que busca un abrazo, te llamé. No pusiste resistencia, ni un poco y de pronto ya estaba fuera de tu trabajo, eran las diez de la noche, esperando a que terminaras tu amparo.
Saliste por fin y volví a verte, con ese traje negro que tanto me gustaba verte puesto. Tan guapo tu, como siempre.
tu rictus quieto y en paz me recordó porque quería volver a verte: Para sentir esa paz que tanto provocas. Para volver a sonreir.
En ese momento, pensé en quitarme la careta, doblar las manos sólo para que cuando llegaras al asiento del copiloto de mi audi te dijera, así sin más: te amo.
No pude. La careta pesa demasiado.
De hecho, no pude ni saludarte, ni con un beso en la mejilla, sólo alcancé a decir: al lugar de siempre. Sonreíste y dijiste: si.
Ya en el café, de siempre, se me vinieron a la mente tantas cosas que sólo alancé a decirte lo mismo de siempre y nos seguimos como hilo de media, platicando como dos abogdos idiotas que no necesitan más que sus pláticas idiotas. Y yo ya lo necesitaba tanto...
Me hacías reír como cuando dijiste aquello del actuario, aquel al que le apodas: el mal.
Ya en la puerta de tu casa, en la madrugada, estabamos por despedirnos y yo queria besarte, sentir tus labios con este frío y abrazarte, pedirte que hoy durmieras conmigo, quería saber quese siente despertar y volverte a besar. Nada. Solo un beso en la mejílla.
Son las 5 de la mañana, no dejo de pensar en ti. Pero hora sé lo que se siente despertar, oler tu aroma en mi mente y escribir sobre ti.
Saliste por fin y volví a verte, con ese traje negro que tanto me gustaba verte puesto. Tan guapo tu, como siempre.
tu rictus quieto y en paz me recordó porque quería volver a verte: Para sentir esa paz que tanto provocas. Para volver a sonreir.
En ese momento, pensé en quitarme la careta, doblar las manos sólo para que cuando llegaras al asiento del copiloto de mi audi te dijera, así sin más: te amo.
No pude. La careta pesa demasiado.
De hecho, no pude ni saludarte, ni con un beso en la mejilla, sólo alcancé a decir: al lugar de siempre. Sonreíste y dijiste: si.
Ya en el café, de siempre, se me vinieron a la mente tantas cosas que sólo alancé a decirte lo mismo de siempre y nos seguimos como hilo de media, platicando como dos abogdos idiotas que no necesitan más que sus pláticas idiotas. Y yo ya lo necesitaba tanto...
Me hacías reír como cuando dijiste aquello del actuario, aquel al que le apodas: el mal.
Ya en la puerta de tu casa, en la madrugada, estabamos por despedirnos y yo queria besarte, sentir tus labios con este frío y abrazarte, pedirte que hoy durmieras conmigo, quería saber quese siente despertar y volverte a besar. Nada. Solo un beso en la mejílla.
Son las 5 de la mañana, no dejo de pensar en ti. Pero hora sé lo que se siente despertar, oler tu aroma en mi mente y escribir sobre ti.
20 minutos
Tengo, querido diario, veinte minutos para despotricar de un pasaje en el pasado, que pudo haber sido perfecto.
Me enamoré de una aventura, fue de esos enamoramientos que no tienen pies ni cabeza. Fue realmente extraño pero auténticamente uno de esos pasajes en tu vida que hiciste bien en no dejar pasar. Entonces, lo hallé quien sabe de donde y empezamos a creer que nuestras vidas tenían significados que posiblemente pudieran estar entrelazados. Quizá así fue si estuviésemos hablando desde la computadora de un pseudo escritor poser que lo único que hizo por su vida fue terminar la universidad con una carrera de "letras", HUBIERA sido una novela con final trágico. Todo puede ser cuando se trata de enamoramientos fugaces, tristes pero reales.
Entonces cuando lo conocí cogimos.
Lo hicimos sin tapujos, como si uno de los dos dijéramos (en lugar de pensar): ¿Qué nos hacemos pendejos? Los dos sabemos que vamos a terminar en la cama de esta habitación, en el fiesta americana, saliendo del aeropuerto. De donde no salimos, hasta que él regresó a Inglaterra.
Fui a Inglaterra un par de veces y el vino como cinco veces, que mal estábamos pero... Que bonito se sentía creer que estabas gastando dinero para conseguir al amor de tu vida. Qué falaz.
Entonces todo era tan sencillo...
Todo el sexo era tan ardiente, lo hacíamos como si supiéramos que no iba a existir un acostón más. Como si fuera el último.
Lo hicimos en la regadera, en la cama, en la mesa, en el piso, en la alfombra, en lo etéreo de un suspiro.
Y todo terminó. Igual que el dinero, igual que las ganas...
¿Lo que queda?
20 minutos de recuerdos.
¡Es mucho!
En estos tiempos bastardos
Somos, querido diario, unos perdidos entre el tiempo.
No nos alcanzan 24 horas para nada. Vivimos como si fuéramos unos payasos que ya no causamos risa. No te alcanza el tiempo para ir por un café, ya llamas para que te lo traigan o lo compras cuando ni tenías ganas. Lo tomas porque traer un vaso de starbucks es "in".
La moda cambia tantas veces tan rápido que toda la gente se cree con la autoridad para ponerse lo que sea (aún así sean vestimentas que evidentemente sacaron del baúl de su abuela) Somos una sombra que sigue la realidad, en lugar de que fuese distinto.
Lo único que queda, es, en noches como esta, ponerte la camisa de un viejo amante, aún con su aroma, soltarte el cabello, andar descalza en la duela, sentarte en la ventana, viendo atardecer, con una copa de vino y una tabla de queso...
talvez
Definitamente puedo pensar que en un momento, querido diario, digamos que a lo unico a lo que he sido fiel hasta ahora habia sido a un recuerdo efí mero del pasado pues tu mejor que nadie sabia, querido diario, que sólo un beso recordaba pero talvez es justo el peso de esa imagen lo que no me deja ser liviana.
Yo soy una buena amante.
Y no es fácil, querido diario, tu sabes mejor que nadie que tengo un largo historial de aprendizajes al respecto, pero puedo decir con la boca atascada de verdad, que lo he logrado.
Ya no me emociono ni creo en el amor, punto favorable para no dejarme enganchar ni con aquel que estoy esperando ni con aquel que alguna vez estuvo, ni con el que vendrá. Por qué siempre vienen nuevos. Siempre.
Quizá me encapriche con alguno, pero tengo la facilidad para demostrarme a mí misma que no es el príncipe azul por el que he estado esperando, ni mucho menos. Me dura un rato, ya después se me olvida...
...O no, pero sé que las segundas partes, son revancha, nada más.
Gozo al momento, como en los orgasmos, a lo que hay minutos después se le llama convivencia, les guste o no. El sexo sólo dura unos segundos, lo demás es mero trámite.
No exijo, si me cancelan, no me lo tomo apecho, si me cambian por otra, es historia bien conocida, no tengo porque mentir... Ni querer más.
Acepto lo que me den. Eso sí, acepto de muchos, por lo que casi nunca estoy en espera de algo. Siempre hay, siempre existe.
La gente desea ser amada.
Yo sólo deseo que se crean que son amados conmigo, con la única finalidad de que regresen.
Finjo con facilidad. Si quieres una novia mojigata, sé actuar. Tanto que ese mismo día podría ver al hombre con el que tuve una tarde de sexo magnífica, con su novia y fingir demencia. Así soy yo: Actriz casi profesional.
Nunca llamo, no hace falta. Ellos me buscan.
Soy una buena amante. Mientras el corazón siga frío, calmado y ubicado. No hay nada que temer.
Y ¿Te confieso algo querido diario? Pese a mi vaga experiencia con hombres, no he conocido ni uno, que valga la pena.
Ni uno.
Ya no me emociono ni creo en el amor, punto favorable para no dejarme enganchar ni con aquel que estoy esperando ni con aquel que alguna vez estuvo, ni con el que vendrá. Por qué siempre vienen nuevos. Siempre.
Quizá me encapriche con alguno, pero tengo la facilidad para demostrarme a mí misma que no es el príncipe azul por el que he estado esperando, ni mucho menos. Me dura un rato, ya después se me olvida...
...O no, pero sé que las segundas partes, son revancha, nada más.
Gozo al momento, como en los orgasmos, a lo que hay minutos después se le llama convivencia, les guste o no. El sexo sólo dura unos segundos, lo demás es mero trámite.
No exijo, si me cancelan, no me lo tomo apecho, si me cambian por otra, es historia bien conocida, no tengo porque mentir... Ni querer más.
Acepto lo que me den. Eso sí, acepto de muchos, por lo que casi nunca estoy en espera de algo. Siempre hay, siempre existe.
La gente desea ser amada.
Yo sólo deseo que se crean que son amados conmigo, con la única finalidad de que regresen.
Finjo con facilidad. Si quieres una novia mojigata, sé actuar. Tanto que ese mismo día podría ver al hombre con el que tuve una tarde de sexo magnífica, con su novia y fingir demencia. Así soy yo: Actriz casi profesional.
Nunca llamo, no hace falta. Ellos me buscan.
Soy una buena amante. Mientras el corazón siga frío, calmado y ubicado. No hay nada que temer.
Y ¿Te confieso algo querido diario? Pese a mi vaga experiencia con hombres, no he conocido ni uno, que valga la pena.
Ni uno.
Súper actiz
Me dices que es mejor llorar.
Me dices que es mejor dejarlo todo.
Me dices al oído que me quieres y te vas, con tu fastidio.
Luego no dices nada, luego te quedas callada... Con tu cara de... Súper actriz.
Deja de actuar, dime la verdad.
Súper actriz.
Me dices que es mejor odiar.
Me dices que es mejor actuarlo todo.
No quiero que me vengas al oído si te vas con tu murmullo.
Luego no dices nada, luego te quedas callada... Con tu cara de... Súper actriz.
Deja de actuar, dime la verdad.
Nunca, mi querido nuevo amor, me habían dedicado una canción que me hiciera sentir más... importante.
Gracias.
Pero el guión, sigue.
Te cuento querido diario que embrujé con mis encantos a un hypster muy rufián y muy sexoso al que vi con frecuencia todo el mes de agosto. Nada formal ya me conoces. Pero resulta que él se enamoró.
Pero yo ya me sé esa historia, ya me la han contado y no me conmueve.
Yo no pienso en él, yo no lo amo, no lo aguantaría en mi cama más de 4 horas. No va conmigo. Es un accesorio no un elemento indispensable. Y resulta que me dedica en un karaoke de poca monta esta canción y todos me volteaban a ver mientras bebía mi martini horrendo.
Salimos del lugar y me dice: ¿Seguirás actuando?
¡Por supuesto que sí!
No ha vuelto a hablar desde entonces.
La verdad, no me importa mucho...
Quizá el necesite a sus 30 años de ser sólo una pose, alguien que lo haga sentir real y yo, yo soy una súper actriz.
....
Me dices que es mejor dejarlo todo.
Me dices al oído que me quieres y te vas, con tu fastidio.
Luego no dices nada, luego te quedas callada... Con tu cara de... Súper actriz.
Deja de actuar, dime la verdad.
Súper actriz.
Me dices que es mejor odiar.
Me dices que es mejor actuarlo todo.
No quiero que me vengas al oído si te vas con tu murmullo.
Luego no dices nada, luego te quedas callada... Con tu cara de... Súper actriz.
Deja de actuar, dime la verdad.
Nunca, mi querido nuevo amor, me habían dedicado una canción que me hiciera sentir más... importante.
Gracias.
Pero el guión, sigue.
Te cuento querido diario que embrujé con mis encantos a un hypster muy rufián y muy sexoso al que vi con frecuencia todo el mes de agosto. Nada formal ya me conoces. Pero resulta que él se enamoró.
Pero yo ya me sé esa historia, ya me la han contado y no me conmueve.
Yo no pienso en él, yo no lo amo, no lo aguantaría en mi cama más de 4 horas. No va conmigo. Es un accesorio no un elemento indispensable. Y resulta que me dedica en un karaoke de poca monta esta canción y todos me volteaban a ver mientras bebía mi martini horrendo.
Salimos del lugar y me dice: ¿Seguirás actuando?
¡Por supuesto que sí!
No ha vuelto a hablar desde entonces.
La verdad, no me importa mucho...
Quizá el necesite a sus 30 años de ser sólo una pose, alguien que lo haga sentir real y yo, yo soy una súper actriz.
....
El juego
Mi corazón se humedeció con el candor de su lenguaje obsceno por teléfono, del cual no tuve más remedio que colgar. Al otro día llegó a la puerta de mi oficina con el anuncio: Licenciada, la buscan.
Me buscabas como si el mar buscara a la luna en una marea hipocondriaca.
Como me reí por dentro. Fue sexo por teléfono y ahora estábamos frente a frente burlándonos de nuestro comportamiento adolescente.
Y quise reír. Reírme de mí por fuera. Por querer a diario que me quieran y conseguir que cada mosca se acerque a esta miel pensando que formará una historia para siempre. Pero yo tengo fecha de caducidad, que pena.
Tiene buena voz, pensaba, mientras lo veía encima de la computadora, mientras me rosaba la pierna con sus zapatos caros. Quizá en otra ocasión, concluí. La verdad es que ni está tan guapo. Hoy tengo una cita con películas en mi casa, mientras escucho la lluvia caer. Hoy no lo necesito. Quizá mañana sí.
¿A que juegas?, pregunté.
Al juego que quieras inventar. No me digas las reglas, yo me las arreglaré.
Tiene un punto más, bueno cinco.
¿Y el niño abogado?
Ahogado en una canción.
¿Y él?
Lejos, casado con otra, jugando a la casita.
Yo juego a... Esperen, todavía no le pongo nombre. ¿Sugerencias?
Me buscabas como si el mar buscara a la luna en una marea hipocondriaca.
Como me reí por dentro. Fue sexo por teléfono y ahora estábamos frente a frente burlándonos de nuestro comportamiento adolescente.
Y quise reír. Reírme de mí por fuera. Por querer a diario que me quieran y conseguir que cada mosca se acerque a esta miel pensando que formará una historia para siempre. Pero yo tengo fecha de caducidad, que pena.
Tiene buena voz, pensaba, mientras lo veía encima de la computadora, mientras me rosaba la pierna con sus zapatos caros. Quizá en otra ocasión, concluí. La verdad es que ni está tan guapo. Hoy tengo una cita con películas en mi casa, mientras escucho la lluvia caer. Hoy no lo necesito. Quizá mañana sí.
¿A que juegas?, pregunté.
Al juego que quieras inventar. No me digas las reglas, yo me las arreglaré.
Tiene un punto más, bueno cinco.
¿Y el niño abogado?
Ahogado en una canción.
¿Y él?
Lejos, casado con otra, jugando a la casita.
Yo juego a... Esperen, todavía no le pongo nombre. ¿Sugerencias?
I need a....
Tu sabes querido diario que en realidad no soy una mala persona.
Lo que pasa más bien es que requiero de ciertas atenciones que un solo hombre no está dispuesto a darme.
Entonces tengo que salir y buscar por lo menos dos.
No es cuestión tan compleja. Me niego rotundamente a exigir más a cualquier persona, conociendo sus limitadas capacidades. Pero eso no es culpa de nadie, es que en realidad, nadie es lo suficientemente apto para todo. Somos un conjunto de incapaces y lo que hay que hacer es juntarse con aquellos que nos ofrezcan un beneficio.
Y yo necesito muchos beneficios.
Yo supongo que todo el mundo debe de estar muy de acuerdo conmigo, en el fondo, sólo que se les hace complicado creer que la exclusividad. Yo soy libre y me junto con quien necesito, en el momento en el que lo necesito. Así de sencillo.
Y hoy necesito: Un revolcón.
Con permiso.
-Intermedio musical-
Extraño escuchar a los artic monkeys al lado de mi oficina.
Lo extraño. A todo él y su séquito de mujeres parlantes. Extraño su inmensa paciencia y mi afán de devorar algo que sabía no podía comer... Ni siquiera masticar.
Pero no lo vayas a decir muy alto, querido diario, no vaya a ser que se de cuenta, me pida explicaciones y yo me niegue profundamente fingiendo demencia y contándole que últimamente he tenido mucho trabajo.
Que personaje tan barato resulté.
Pero así es esto. Eso suele pasar cuando se pierde... y cuando se extraña ganar.
Feliz cumpleaños, a mi.
Yo hoy cumplo 30 años. En un feo día nublado como hoy pero de hace 30 años, mi madre murió intentando dar a luz.
Mi padre se hizo cargo de mi desde ese momento. Se volvió a casar y a tener hijos. Respeto mucho su decisión, pero lo que más respeto es que tuviera el coraje para tratarme diferente a toda su familia.
Mi padre conoció a mi madre en una feria. Ella tenía 16 y mi padre 24. Tuvieron una relación fugaz y me padre se escapó una madrugada junto a mi madre, entregados al destino, que como era de esperarse los abofeteó en reiteradas ocasiones.
Pues bien, mi papá abogado de profesión pero campesino de corazón, decidió venderlo todo en Jalisco y llegar con mi madre embarazada, al Distrito Federal.
Mi madre siempre fue una pueblerina bonita. Tenía 22 años cuando quedó embarazada de mí y hasta ahí llegó su vida. No me siento triste por eso, creo que fue de aquellas mujeres que siempre buscó ser feliz pero dicha felicidad tenía que estar sometida a la presencia de una figura masculina. Que bodrio.
Mi papá, a los 30 años comenzó de socio con un despacho de poca monta en el DF con todo aquello que había obtenido de sus tierras Jaliciences. Vendió todo menos cinco hectáreas a las que de vez en cuando regresa para sentarse en el pórtico de su casita, en una mecedora, a pensar en mi madre.
Le fue bien y comenzó a comprar departamentos en Polanco a un precio ridículo que después le traería la mayor parte de su fortuna que, si bien es cierto no se compara con la de un judío cualquiera, lo cierto es que le alcanza para vivir una vida despreocupada.
Tengo dos medios hermanos: Loisa y Justino. Loisa tiene 23 años y Justino 18. Para ellos soy una "prima" aunque todos sabemos que soy su media hermana, su madre se ha empeñado en ocultarme a toda costa, cosa que me tiene tremendamente sin cuidado.
Mi padre comenzó a educarme y cada vez que caía, resbalaba y lloraba, me jalaba del brazo y me zuzurraban: Dolores, no tiene sentido que llores, lo que te pasó no va a cambiar, límpiate esas lágrimas ahora mismo.
Me hizo lo que soy: Una hija de la chingada.
Siempre me ha dicho que prefiere que sea así a que sea una niña de papi, que agradece que pueda sobrellevar mi vida sola sin necesidad de tenerlo como soporte. Me hizo de acero, cosa que le agradezco y le reconozco. Me enseñó trucos masculinos y a no intimidarme frente a un hombre, me hizo ser todo un personaje.
Cuando cumplí 15 años, me recordó algo que me ha durado toda la vida sonando como eco vacilador: "Tu cumples años igual que la gran Marilyn Monroe, busca su vida y adopta las enseñanzas que te tenga preparadas".
Feliz cumpleaños Marilyn.
Feliz cumpleaños, Dolores.
-Verdades del medio tiempo-
Querido Diario, tu bien sabes que no debería estar aquí contándote lo que acaba de suceder, pero también sabes que soy una chismosa de primera y que ante la menor provocación voy a venir a contártelo todo.
Estaba yo muy feliz en Moliere (¿Dónde si no?) cuando de pronto, veo llegar directo hacia mi al niño abogado. Suspiré feliz tratando de guardar en mi disco duro la sensación tan dulce y deliciosa de ese momento. Aguardé su llegada y en eso, que entra a la tienda y que se para frente a mi y sólo sucedió, no me preguntes porqué... Nos besamos.
Así, sin palabras, sin explicaciones, sin nada. Nada más por el puro gusto de hacerlo. Extrañaba sus besos y ese olor que de él sólo emana. Me tomó por la cintura y me dejé llevar, hasta donde pude llegar.
Cuando terminó el beso comenzamos a hablar.
Que si el mundial, que si el día, que sí el calor. Pendejadas.
Le conté del trabajo, me contó del suyo. Suspiramos y él se fue, en dirección contraria a la ruta que tomé de regreso al trabajo. Fue todo.
Y yo, volví a sonreír.
Lo odio, querido diario, como no tienes una idea. Pero no puedo evitar, que me guste tanto. Que me encante que aparezca así como así de la nada, justo cuando más lo necesito, que no me pida explicaciones, que vivamos en vidas paralelas, que siempre sea así, que sepa que decirme, como decirme...
Que tope su frente a la mía y me diga: ¡Respira!
Ok, la verdad es que, soy una pendeja.
Estaba yo muy feliz en Moliere (¿Dónde si no?) cuando de pronto, veo llegar directo hacia mi al niño abogado. Suspiré feliz tratando de guardar en mi disco duro la sensación tan dulce y deliciosa de ese momento. Aguardé su llegada y en eso, que entra a la tienda y que se para frente a mi y sólo sucedió, no me preguntes porqué... Nos besamos.
Así, sin palabras, sin explicaciones, sin nada. Nada más por el puro gusto de hacerlo. Extrañaba sus besos y ese olor que de él sólo emana. Me tomó por la cintura y me dejé llevar, hasta donde pude llegar.
Cuando terminó el beso comenzamos a hablar.
Que si el mundial, que si el día, que sí el calor. Pendejadas.
Le conté del trabajo, me contó del suyo. Suspiramos y él se fue, en dirección contraria a la ruta que tomé de regreso al trabajo. Fue todo.
Y yo, volví a sonreír.
Lo odio, querido diario, como no tienes una idea. Pero no puedo evitar, que me guste tanto. Que me encante que aparezca así como así de la nada, justo cuando más lo necesito, que no me pida explicaciones, que vivamos en vidas paralelas, que siempre sea así, que sepa que decirme, como decirme...
Que tope su frente a la mía y me diga: ¡Respira!
Ok, la verdad es que, soy una pendeja.
Una muñeca de aparador
La verdad querido diario, no soy celosa.
¡En verdad! Sé que todas las mujeres que conoces dicen lo mismo y ante la primera apariencia de engaño sacan afilados sus tacones, dispuestas a matar. A mi no me importa. Que compare, a ver si muy buena su muñeca.
Porque todas las amantes son muñecas. Y no las puedo criticar porque yo he sido una de esas por mucho tiempo, es más, me gusta serlo. Las muñecas viven en un mundo falso, en una casita de cristal hermosa, pero que no existe. Disfrutan de un amor que no es el real, eso es lo que nos diferencía de las novias, de las esposas.
Ellas tienen que vivir una realidad babosa y resbalosa: Enfermedades, pobreza, enojos, desdenes. Todo. Nosotras las amantes, no, sólo nos toca el hombre de buenas, dispuesto a pasar una buena tarde, sin peleas, sin corajes, sin momentos incómodos. Cuando nos ven, estamos dispuestas a dar, porque puede que sea la última vez y esa sensación de "Aprovechame ahora" marca la diferencia.
Pues bien mi querido Diario, lo cierto es que descubrí que mi novio me engaña. Tiene una muñeca.
Ella es linda pero ingenua, tiene 23 años y parece de 17. Juega con fuego y temo decirle que al que se ha metido tiene amplias posibilidades de perder. Es egresada de la facultad de Ciencias, de la UNAM, es una de esas alborota hormonas que les gustan a los hombres trajeados: La que siempre esta en contra de todo y a favor de la naturaleza. De esas idealistas que creen que el mundo va a arreglarse con 10000 firmas.
Sí, yo la investigué. No me da pena decir que a la muñeca de aparador no sólo le llevo algunos años, también varias experiencias...
Así que topé de frente a mi novio y le dije:
¡En verdad! Sé que todas las mujeres que conoces dicen lo mismo y ante la primera apariencia de engaño sacan afilados sus tacones, dispuestas a matar. A mi no me importa. Que compare, a ver si muy buena su muñeca.
Porque todas las amantes son muñecas. Y no las puedo criticar porque yo he sido una de esas por mucho tiempo, es más, me gusta serlo. Las muñecas viven en un mundo falso, en una casita de cristal hermosa, pero que no existe. Disfrutan de un amor que no es el real, eso es lo que nos diferencía de las novias, de las esposas.
Ellas tienen que vivir una realidad babosa y resbalosa: Enfermedades, pobreza, enojos, desdenes. Todo. Nosotras las amantes, no, sólo nos toca el hombre de buenas, dispuesto a pasar una buena tarde, sin peleas, sin corajes, sin momentos incómodos. Cuando nos ven, estamos dispuestas a dar, porque puede que sea la última vez y esa sensación de "Aprovechame ahora" marca la diferencia.
Pues bien mi querido Diario, lo cierto es que descubrí que mi novio me engaña. Tiene una muñeca.
Ella es linda pero ingenua, tiene 23 años y parece de 17. Juega con fuego y temo decirle que al que se ha metido tiene amplias posibilidades de perder. Es egresada de la facultad de Ciencias, de la UNAM, es una de esas alborota hormonas que les gustan a los hombres trajeados: La que siempre esta en contra de todo y a favor de la naturaleza. De esas idealistas que creen que el mundo va a arreglarse con 10000 firmas.
Sí, yo la investigué. No me da pena decir que a la muñeca de aparador no sólo le llevo algunos años, también varias experiencias...
Así que topé de frente a mi novio y le dije:
"No te voy a preguntar, porque ya lo sé: Te ves con otra.
Espero que te hayas divertido fingiendo que aún me quieres, pero ya acabó, los
dos perdemos.Tu niña de 23 años ha de estar ansiosa porque le cuentes que tu
novia de casi 30 se acaba de dar cuenta que lo nuestro, era puro cuento.Sé feliz... Si puedes."
Una canción y varios mojitos de fresa...
Una siempre tiene que aferrarse a algo, querido diario, o alguien.
La verdad es que uno sabe perfectamente quien le hace daño y quien no. Pero ahí va uno, dizque a sentir y a ser necio, a tomar varios mojitos de fresa y a sentirse gobernadora y primera dama del mundo, a la vez, y la verdad es que no se puede.
No se puede porque yo sólo tengo una sola canción de Bunbury que me recuerda tanto a... mí.
"Siempre hay otro lugar en la frontera, siempre la esperanza queda y quizá pueda ser mañana, que el amanecer te traiga de vuelta a la chica triste que te hacía reír"...
Ojalá que el destino me lo traiga de nuevo porque sí me hacía reír y yo no me fío de lo que el oráculo me diga, es que soy ortodoxa y no me gusta pensar que yo nada más vine a este mundo de paso, de puntitas.
Soy increíblemente cobarde por elegir estar bien que sufrir pero ¿A quien le importa? ¡¿A ti?! ¡Por favor! Tu ya ni recuerdas que existo y yo... Con una canción de Bunbury vienes a mi como si fueses un ingrato recuerdo... No. Momento. Eso eres.
Historia
Ya tengo novio querido diario.
Se llama Darío ¿coincidencia? No tanto.
Lo hallé en una empresa famosa, en las escaleras de incendios. Nuestras miradas provocaron un choque de deseo. Nos besamos, nos manoseamos y de pronto nos enteramos que íbamos a la misma junta. Licenciado de RI de tercera que no sabe de derecho se enamoró de una Abogada de primera que no sabe nada de RI.
Me invitó a comer, luego a cenar, luego me llevó a mi casa.
Me invitó a comer, luego al cine, luego a cenar, luego me llevó a mi casa.
Me invitó a comer, luego al cine, luego a bailar y luego a cenar.... Y lo llevé a su casa.
Lo invité a desayunar, luego a comer, luego al cine y luego me invitó a cenar.
Lo invité a desayunar, luego a comer, luego por un helado, luego al cine y luego a mi departamento.
Me invitó a comer, luego a su departamento.
Lo invité a mi departamento.
Me invitó a su departamento un fin de semana.
Nos invitamos un fin de semana a San Miguel de Allende y nos hicimos novios de manita sudada y de mensajes idiotas por celular.
Ya me hacía falta.
Pero la verdad, no sé cuanto dure siendo una noviecita idiota.
A mí como que ese papel, no me va muy bien, querido Diario.
Se llama Darío ¿coincidencia? No tanto.
Lo hallé en una empresa famosa, en las escaleras de incendios. Nuestras miradas provocaron un choque de deseo. Nos besamos, nos manoseamos y de pronto nos enteramos que íbamos a la misma junta. Licenciado de RI de tercera que no sabe de derecho se enamoró de una Abogada de primera que no sabe nada de RI.
Me invitó a comer, luego a cenar, luego me llevó a mi casa.
Me invitó a comer, luego al cine, luego a cenar, luego me llevó a mi casa.
Me invitó a comer, luego al cine, luego a bailar y luego a cenar.... Y lo llevé a su casa.
Lo invité a desayunar, luego a comer, luego al cine y luego me invitó a cenar.
Lo invité a desayunar, luego a comer, luego por un helado, luego al cine y luego a mi departamento.
Me invitó a comer, luego a su departamento.
Lo invité a mi departamento.
Me invitó a su departamento un fin de semana.
Nos invitamos un fin de semana a San Miguel de Allende y nos hicimos novios de manita sudada y de mensajes idiotas por celular.
Ya me hacía falta.
Pero la verdad, no sé cuanto dure siendo una noviecita idiota.
A mí como que ese papel, no me va muy bien, querido Diario.
A ver que pasa.
Pero hace mucho que no me emocionaba al escuchar mi celular sonar...
Mi vida se duerme, digamos que es un timeout.
Como seguro ya te percataste, querido diario, no me he parado por acá a escribirte vanagloríandome de mis nuevas adquisiciones, y no es que no las tenga, más bien es que no me quiero vanagloriar siempre por la misma cantaleta: Yo y las circunstancias para lograr escaparme del amor.
No me mal interpretes querido diario, tu sabes mejor que nadie que he vivido enamorada... y no. Y que como ya sé lo que se siente ambas partes de la vida, he optado más por aquella en la que no se llora y no se rebaja uno como persona individualista. Y es que es verdad, en la vida siempre seremos uno, nunca será reconocido como si dos ocuparan el mismo lugar, vamos es hasta físicamente imposible. Así que me acostumbré a oír al silencio y tan sólo ocuparme del ruido de mis tacones al caminar por la sala. Pero que bonito se oye mi respiración agitada en la caminadora mientras corro... De fondo: The Cure.
No he de mentirte querido diario, finalmente ¿Cuál sería el objetivo? Tu ya conoces todo de mi... Hasta sabes que ya tengo conocimiento pleno de la razón objetiva y no subjetiva por la cual el niño abogado me dejó por una licenciada de cuarta: Porque soy mucho para él.
Quizá tenga razón, él sigue siendo un abogadito cualquiera sin experiencia y con mucho por hacer, yo al contrario tengo muchas cosas recorridas. puedo darme el lujo de regalar consejos y mandar a todos a saludar a sus madres, ahora que está tan de moda.
El asunto está en que me siento terrible por saber con certeza plena que prefirió a otra mujer que posiblemente esté a su altura pero que jamás tendrá la misma pasión que yo. Que tragedia.
Ya tiene mucho que no hablamos y esa relación está a un paso de desaparecer. Que pena.
Que pena, pero mi vida se está durmiendo y hoy por hoy tendré que ser más abogada que nunca, en eso se gasta mi tiempo, en trabajo. Lo demás, sé que terminará por concretarse de una vez por todas, de todas maneras cada vez que no lo cuento, me sale mejor...
Life is short, have an affair
Querido diario,
No soy buena, como también decía Amy Winehouse. No lo soy.
Pero ¿A quien le importa? Prefiero sufrir por despedidas frecuentes que por una estadía llena de tedio, llena de insignificante vida marital frente al frenesí de un amorío.
Yo nací coqueteando. Con el niño del kinder garden, con el compañero de danza en la primaria, con el maestro en la secundaria, con el director en la preparatoria, con políticos en la universidad. Yo nací con ese don y con ese mismo me voy a morir.
Yo no nací para hacer feliz a un hombre, yo estoy aquí para hacerles creer a muchos que son felices. Aunque no lo sean en realidad. Será nuestro pequeño secreto.
Hace poco me encontré en repetidas ocasiones a un abogado en los tribunales de lo contencioso. Fue extraño pero inevitablemente le envié una de esas miradas lacivas que tengo guardadas siempre en mi bolsa. Y él, también inevitablemente me invitó a salir.
El viernes pasado fuimos a cenar y a ver una película a la cual no puse atención, nos la pasamos besándonos efusivamente y me llevó a su departamento en la anzures. La música suavecita de The Cure adornó esa noche desenfrenada. Hundí mis uñas en su espalda como hace mucho no lo hacía... Nos fuimos al jacuzzi. También nos deseamos ahí, en un mar de espuma lleno de caricias. Que delicia. Me quedé a dormir con él e hice presente el sueño de las mujeres como yo: Irse en la mañana dejando una nota con lápiz labial en el espejo de su recámara.
Me ha llamado tres veces desde entonces. Querido Diario pero es que la tensión sexual ya se consumió ¿Ahora que queda? Nada más esperar a que vuelva... O salir más a tribunales.
...
hand in my mouth
A life spills into the flowers
We all look so perfect
As we all fall down
In an electric glare
The old man cracks with age
She found his last picture
In the ashes of the fire
An image of the queen
Echoes round the sweating bed
Sour yellow sounds inside my head
In books
And films
And in life
And in heaven
The sound of slaughter
As your body turns
...
But it's too late
La novedad
Querido Diario, como sabes, se fue el niño abogado lindo. Como sabes, se fue para ser novio formal de una colega que quiere ser socia de mi despacho y que mandé directo y sin escalas a la chingada. Como sabes, me fui de vacaciones de semana santa (aunque no soy cristiana ni católica) a Puerto Escondido y me ligué a un argentino que si mantenía su boca cerrada podría haber sido un prospecto para el tipo más guapo de latinoamerica. Como sabes, el argentino tenía novia. Como sabes, la novia del argentino nos cachó besándonos y tocándonos en la alberca del hotel. Como sabes, hizo un escándalo esa mujer que yo llamaría: Verdulera. Como sabes, tengo un ojo morado y el labio cortado por los golpes que la verdulera me dio. Como sabes, los de la oficina se burlaron de mí asumiendo que por fin alguien me había dado mi merecido por robarme novios de viejas verduleras...
...Como sabes, tengo el mail del argentino... Me conseguí una web cam y ahora hago streaptease todas las noches...
¡La novedad!
Bienvenida de vuelta.
Me da mucha risa pensar en lo que me pasó con el niño abogado pero más lo que pasó la noche del viernes pasado. Resulta que los socios hicimos una "cena" para todos los clientes que teníamos y la devoradora de almas de niños abogados llegó acompañada, porque no, de su nueva presa.
La verdad es que la mayoría de los de la oficina sí sabían que había algo entre aquel muchachito y yo, pero se quedaban callados y cuando vieron tal escena, la boca se les calló al piso y... También me dio risa su intento por distraerme para no ver tal acontecimiento. La verdad es que ya me esperaba algo así: Las mujeres siempre solemos presumir lo nuevo adquirido, desde un nuevo par de zapatos, hasta... al galán en turno.
Enfundada en un vestido negro straples con perlas blancas y zapatillas de aguja, cabello perfectamente recogido y un maquillaje que no tenía nombre pretendí jugarme la vida antes de poner una cara triste en ese momento.
Sonrisa chueca, chanel número 5 y labios rojos... Te presentaste como si nada hubiera pasado entre nosotros.... No.... Como si todo hubiera pasado. Y sigo con el rictus de mujer arrebatadora, intentas castigarme con tus ojos de gato.
- Licenciada.
- Dígame.
- ¿Cómo la trata la noche?
- Mejor que nunca. Por cierto, antes de que se me adelante, felicidades por su nuevo noviazgo, les auguro mucha felicidad.
- Gracias.
- ¿Algo más que me quiera decir?
- No.
- Que disfrute la noche, licenciado. Discúlpeme pero tengo muchos negocios que atender, usted comprenderá. Fue un placer.
- El placer, como siempre, fue mío.
Y me fui.
Tuve reuniones con muchos clientes y pacté un par de igualas. Sostuve pláticas con mucha gente, pero siempre como si mi mente estuviera en blanco y sólo le permitiera salir a la socia de uno de los despachos más importantes en Polanco.
El niño abogado se paseaba por todos lados ofreciéndole la mano a su nueva novia. Y yo andaba por todos lados fingiendo que me importaba un carajo.
Entonces ella se me acercó, con él como mascota.
- Licenciada Suárez, es un gusto encontrarla de nuevo.
- Me parece, licenciada Manjarréz que el mundo jurídico suele ser un poco hipócrita algunas veces, pero aprecio su intento de ser cortés conmigo.
(risa nerviosa de parte de ella)
- Licenciada ¿Qué cosas dice? Yo sólo vengo a pretender asociarme con ustedes.
- Que bueno que pretenda, porque a mi despacho no le interesa.
- ¿Me esta diciendo, licenciada, que su despacho no tiene interés en crecer?
- No será eso posible, los asuntos que llevas, nos costarían más que los que nos remuneraría y de mi cuenta corre, licenciada, que usted y las nimiedades (silencio a propósito para barrer al niño abogado) que usted nos traería, no nos interesan, vamos por asuntos más, gordos. Y ahora si me disculpas, tengo asuntos más importantes que tratar. Buena noche.
Y me alejé sin dar oportunidad de decir media palabra.
Uno de los socios del despacho se percató de toda la escena y en su oportunidad (mientras estaba bebiendo una copa de champagne y comiendo una fresa) me susurró: Welcome back.
Y yo sonreí, he regresado.
La verdad es que la mayoría de los de la oficina sí sabían que había algo entre aquel muchachito y yo, pero se quedaban callados y cuando vieron tal escena, la boca se les calló al piso y... También me dio risa su intento por distraerme para no ver tal acontecimiento. La verdad es que ya me esperaba algo así: Las mujeres siempre solemos presumir lo nuevo adquirido, desde un nuevo par de zapatos, hasta... al galán en turno.
Enfundada en un vestido negro straples con perlas blancas y zapatillas de aguja, cabello perfectamente recogido y un maquillaje que no tenía nombre pretendí jugarme la vida antes de poner una cara triste en ese momento.
Sonrisa chueca, chanel número 5 y labios rojos... Te presentaste como si nada hubiera pasado entre nosotros.... No.... Como si todo hubiera pasado. Y sigo con el rictus de mujer arrebatadora, intentas castigarme con tus ojos de gato.
- Licenciada.
- Dígame.
- ¿Cómo la trata la noche?
- Mejor que nunca. Por cierto, antes de que se me adelante, felicidades por su nuevo noviazgo, les auguro mucha felicidad.
- Gracias.
- ¿Algo más que me quiera decir?
- No.
- Que disfrute la noche, licenciado. Discúlpeme pero tengo muchos negocios que atender, usted comprenderá. Fue un placer.
- El placer, como siempre, fue mío.
Y me fui.
Tuve reuniones con muchos clientes y pacté un par de igualas. Sostuve pláticas con mucha gente, pero siempre como si mi mente estuviera en blanco y sólo le permitiera salir a la socia de uno de los despachos más importantes en Polanco.
El niño abogado se paseaba por todos lados ofreciéndole la mano a su nueva novia. Y yo andaba por todos lados fingiendo que me importaba un carajo.
Entonces ella se me acercó, con él como mascota.
- Licenciada Suárez, es un gusto encontrarla de nuevo.
- Me parece, licenciada Manjarréz que el mundo jurídico suele ser un poco hipócrita algunas veces, pero aprecio su intento de ser cortés conmigo.
(risa nerviosa de parte de ella)
- Licenciada ¿Qué cosas dice? Yo sólo vengo a pretender asociarme con ustedes.
- Que bueno que pretenda, porque a mi despacho no le interesa.
- ¿Me esta diciendo, licenciada, que su despacho no tiene interés en crecer?
- No será eso posible, los asuntos que llevas, nos costarían más que los que nos remuneraría y de mi cuenta corre, licenciada, que usted y las nimiedades (silencio a propósito para barrer al niño abogado) que usted nos traería, no nos interesan, vamos por asuntos más, gordos. Y ahora si me disculpas, tengo asuntos más importantes que tratar. Buena noche.
Y me alejé sin dar oportunidad de decir media palabra.
Uno de los socios del despacho se percató de toda la escena y en su oportunidad (mientras estaba bebiendo una copa de champagne y comiendo una fresa) me susurró: Welcome back.
Y yo sonreí, he regresado.
Carta al niño abogado
Llegaste y me trajiste una sonrisa. Ganas de llegar a la oficina y el ánimo para coquetear, no sólo contigo, todos los días. Me alegra que llegaras a mi oficina con cara de ingenuidad y una gran currícula bajo el brazo. Eres en demasía, inteligente.
Empezamos con ese flirteo atareado. Recuerdo tus manos suavecitas y tu nariz en mi cuello. Me tomaste la mano por debajo de la mesa en ese bar en el que decidiste, sentarte a mi lado. Lo recuerdo como si fuera ayer, niño travieso.
Y entonces me atrapaste. Te miraba a hurtadillas mientras no te dabas cuenta y me impresionabas de una forma en la que pocos hombres me habían interesado. Me cautivaron tus silencios más que tus palabras, siempre he sido débil ante la debilidad y el afán de protección me hizo ir a tu lugar los jueves y los lunes para platicar contigo, de derecho, de normas, de leyes, de lo que fuera... ¡Hasta de música!
Comenzaron una mañana de audiencia, los besos. Nos quedamos de ver a las 7 de la mañana en el despacho y mientras esperábamos al cliente, nos besamos como consecuencia del acuerdo de voluntades que nunca antes había tenido tan claro.
Ya no pudimos parar. Esperábamos el momento oportuno para que nadie nos viera escaparnos juntos cuando los días laborables terminaban. Reías siempre que te pedía que manejaras mi coche y dábamos vueltas por Moliere hablando francés. Masticando Francés. Masticándonos. Entonces te llevaba a tu casa y me abrazabas de una forma que nunca olvidaré. Y me reía y tu reías y me tocabas el rostro y sonreía más. Me dejabas dormir quieta, sin pesadillas. Y llegaba temprano para verte llegar. Te mandaba mensajes secretos en post-its de colores que llegaste a guardar en tu cartera y tu me dedicabas canciones de grupos que no conocía.
Me retabas siempre en cuanto a Derecho, apostábamos sobre que argumento podría servir más en el pliego de preguntas al perito en grafoscopía ¿Te acuerdas? ¡Que risa!
Nunca llegamos a nada, nunca quisiste que si fuera por mi, te hubiera subido a mi pent-house y hubiéramos visto las estrellas, contándolas una por una, en una ecuación que me permitiera darte un beso, por cada estrella.
Y que mejor, decidiste... Irte.
Justo un día después de que te dije que quería estar contigo, maldito, hiciste que te confesara lo que me hacías sentir, mereces puntos extras nada más por ese hecho. Te llevas muchos puntos extras. Me confesé y luego tu te fuiste.
Ahora ya sé plenamente la razón por la que lo hiciste... Te fuiste porque... Ya tenías a otra mujer.
Yo la conozco, fuimos amigas hace como tres años. Ella es casi de tu edad, te lleva sólo un año, no como yo que te llevo como 5 o 6... Ya perdí la cuenta. Me cae bien, es buena niña, también es abogada pero... No creí que fuera tu tipo. Que equivocada estaba.
Debo de ser sincera contigo, no puedo imaginarlos juntos pero los conozco a ambos por separado y creo que se llevarán bien. Aunque les advierto que ambos se llevaron de mi, las ganas frustradas. ¡Que les aproveche! Más les vale.
Niño abogado, que gusto haberle conocido. Que gusto que hubiese llegado a mi vida, por dos meses, el hombre que pudo hacerme reír por tanto tiempo, que alegría me da que se fijara en mi mucho más allá del buen físico que sé que tengo. Que le gustara mi arrojo y me admirara al mismo tiempo. Que me dijera que me tenía miedo...
Adiós mi niño abogado, a ti te falta mucho por andar, a mi, me falta mucho por retroceder.
Silencio
La razón por la que no he escrito, querido Diario, la conoces ya.
El niño abogado se fue.
Le ofrecieron un mejor sueldo y se fue con la prerrogativa de más de ya no volver a saber nada de mi.
Me quedé con sus promesas en las manos. En mis palmas que se convirtieron en puños. Del coraje, del dolor.
Me quedé con un momento, en un restaurante lujoso, tratando de controlar mis propias lágrimas al momento en el que me dijo que prefería irse a quedarse, era para él mejor, dejar de intentar.
De intentarme.
Y se fue. Se llevó sus cosas en una caja y lo que quedaban de mis ganas de amar, en un folder color manila.
Tengo más de una semana de escuchar el silencio, y al mismo tiempo, a mi corazón reclamarme algo que no logro distinguir.
Ni lograré distinguir.
Estoy muy triste por ahora y por estos días raros, querido diario. Lo que me preocupa es que mi subconsciente me reproche y me diga: Te lo dije.
Pero tu no me lo dirás ¿verdad? Tu no.
Entonces...
...Muy bien querido Diario, resulta que el niño abogado y yo, tenemos problemas.
La verdad es que las cosas han pasado muy rápido, más de lo que he venido aquí a contarte. Soy una inconstante, como en todo en la vida, hasta para el amor, pero ya me conoces, no debiese sorprenderte.
Entonces, la cosa es que después de unos días de invitadas al cine, a restaurantes, al teatro, a exposiciones, y entonces un día que me voy directo sin tomar atajo alguno y le sugiero ir a mi casa. Aceptó, pero no sabía que yo tenía "otras intenciones".
Ya sé, me ví muy masculina, en donde, pretendes más de lo que verdaderamente te quieren dar.
Exageré mi parte de querer darlo todo, sin preguntar si es que la otra parte quiere recibirlo todo.
En pocas palabras, querido Diario, rechazó mi oferta de sexo casual.
Indignada, no volví a dirigirle la palabra si no era para asuntos de trabajo. Incluso me lo llevé a una audiencia de desahogo de pruebas y lo dejé solito. Se ofusco. Perdimos el caso. Pero no te espantes querido Diario, ese asunto lo teníamos más que perdido.
Recuerdo que regreso a la oficina me pidió disculpas por no haber dado todo de sí en los juzgados. Sin mirarle a la cara, acomodando mi gabardina y mi bolso, sólo atiné a decirle: No te preocupes demás por los asuntos que no puedes solucionar. Salió de mi oficina y ya no lo ví hasta el día siguiente, en el que le regalé un caso en el que, de resolverlo, se ganará fácilmente 100 000 pesos. Tiene amplias posibilidades de ganar, se ha quedado a estudiarlo hasta altas horas de la noche sin importarle que pase haciendo ruido con tacones negros altos... Tal y como algún día me confesó que le gustaba.
Es ahí cuando comprendí querido Diario que él es raro. A veces me quiere y daría todo por mi. A veces no existe otra cosa que no sea el trabajo... Aunque siendo sinceros, querido mío, lo cierto es que el niño abogado es como yo. A veces quiero y a veces no.
Entonces, ese día de lluvia, ese viernes, me decidí por quedarme hasta tarde en la oficina, arreglando asuntos pendientes y hablando con clientes para que supieran el estado procesal de sus asuntos. Algo que en realidad disfruto mucho hacer.
Terminé y apagué la computadora y el niño abogado estaba en el umbral de la puerta de mi oficina.
Sin inmutarme le pregunté si necesitaba algo. Me contestó que necesitaba que le diera un "aventón" a chapultepec.
Entonces le dije:
- Lo siento, no voy para allá.
¿Hasta cuando seguiremos jugando a que si? ¿Y luego a que no?
Finalmente cada quien decide, lo que viene y va.
Diferencia
Estoy pensándolo mucho, querido diario. Quizá tu puedas ayudarme.
¿Qué diferencia hay entre querer cogerte a alguien y amar a alguien?
Ya sé que dirás que es un mar de diferencia. Pero ¿Cuál es esa línea delgada que no se tiene que cruzar? No se vale decir que extrañar... Al que te coges también lo extrañas. Tampoco que quieres pasar más tiempo hablando de porquerías y medias porque puede ser que al que te quieras tirar sea inteligente y pases una sana conversación con él...
También puede ser que al que dices amar te aburra... Y al que te quieres coger, también.
Suele pasar ¿No querido diario? Que quieras y que no desees o que desees y no quieras.
¿Cuál es la diferencia?
Porque yo, francamente, no encuentro ninguna.
¿Qué diferencia hay entre querer cogerte a alguien y amar a alguien?
Ya sé que dirás que es un mar de diferencia. Pero ¿Cuál es esa línea delgada que no se tiene que cruzar? No se vale decir que extrañar... Al que te coges también lo extrañas. Tampoco que quieres pasar más tiempo hablando de porquerías y medias porque puede ser que al que te quieras tirar sea inteligente y pases una sana conversación con él...
También puede ser que al que dices amar te aburra... Y al que te quieres coger, también.
Suele pasar ¿No querido diario? Que quieras y que no desees o que desees y no quieras.
¿Cuál es la diferencia?
Porque yo, francamente, no encuentro ninguna.
Yo no soy
Yo no puedo, lo he intentado, no puedo tener una relación estable. Me harto, me desespero. Me aburro.
Sucede que casi siempre: Los hombres no me dicen lo que quiero, no actúan como se espera, no hacen lo que tienen que hacer.... Y yo no soy paciente para explicar lo que quiero, no tengo don de maestra, no sé enseñar. Nunca he querido ser madre para cuidar niños y menos para criar a un hombre. No nací para eso.
Por eso brinco de cama en cama, de lugar en lugar, porque cuando me aburre, ya no hay nada que hacer, ya no hay que decir, prefiero volar y crear otra historia: Desaparecer.
Yo no puedo ni quiero ser paciente, no nací para aprender eso. Yo prefiero los inicios y la etapa del enamoramiento. El coqueteo, la cosquilla, lo nuevo y la chispa en los ojos. Los besos eternos y suaves, el sexo rudo y sensual. Prefiero caricias interminables que días de hartazgo, esperando que te tiren un lazo.
Prefiero huir que contemplar como se cae el castillo del mundo de la fantasía.
Tú sabes querido diario, yo no soy, yo no...
Sucede que casi siempre: Los hombres no me dicen lo que quiero, no actúan como se espera, no hacen lo que tienen que hacer.... Y yo no soy paciente para explicar lo que quiero, no tengo don de maestra, no sé enseñar. Nunca he querido ser madre para cuidar niños y menos para criar a un hombre. No nací para eso.
Por eso brinco de cama en cama, de lugar en lugar, porque cuando me aburre, ya no hay nada que hacer, ya no hay que decir, prefiero volar y crear otra historia: Desaparecer.
Yo no puedo ni quiero ser paciente, no nací para aprender eso. Yo prefiero los inicios y la etapa del enamoramiento. El coqueteo, la cosquilla, lo nuevo y la chispa en los ojos. Los besos eternos y suaves, el sexo rudo y sensual. Prefiero caricias interminables que días de hartazgo, esperando que te tiren un lazo.
Prefiero huir que contemplar como se cae el castillo del mundo de la fantasía.
Tú sabes querido diario, yo no soy, yo no...
El inicio
Él llegó por recomendación al despacho de donde supuestamente soy socia.
La verdad es que coloqué su CV junto con mil pendientes y por eso lo entrevistó otro socio. Yo no estaba.
Entonces él se quedó con uno de los puestos de asociado que había en el despacho. Necesitabamos a alguien inteligente y recién egresado que ya no fuera pasante pero que tuviera suficiente experiencia. Recién egresado, él tiene 25 años, dos de haber salido de su Universidad, enfundado en una traje gris oxford, camisa blanca y corbata delgada negra. Él llegó con sus ojos negros y sus pestañas que, de ser mujer no necesitaría enchinárselas, llegó con su cutis perfecto y algunas pecas en sus mejillas y en su cuello, según pude corroborar después. Llegó a mi lugar para decirme:
- Estoy a sus órdenes, licenciada.
Alcé mi rostro para ver quien osaba interrumpir mi lectura del DOF. Era él y me sonrió. Llegó mi socio y te presentó conmigo. Una verdadera fortuna que yo precisamente fuese a ser tu nueva jefa.
Empezaste a trabajar de una manera sumamente eficiente, era cierto lo de tu inteligencia y perspicacia... También era cierto lo de tu juventud dicharachera y tu sonrisa chueca. También eran ciertos tus pectorales y tu loción, que nunca faltaba. Tus manos que por primera vez tocaron las mías cuando me dejaste una demanda en mi oficina.
Ni sé como empezó. Seguro asumiste que yo te estaba coqueteando y yo asumí lo mismo pero con tantos años menos creí que era imposible... Hasta que sucedió y me besaste.
Desde entonces hemos jugado perfecto, sospechan pero no tienen pruebas. Corremos riesgos y un día me arrebataste un beso en el saludo inocente.
El inicio de una aventura en el lugar de trabajo, siempre hace que los lunes se conviertan en los mejores días de la semana....
...Hasta que dure.
Amanecer
Yo para ti, no tengo cura. Eres tremendamente adictivo con tu pose inocente.
Es muy extraño que un "joven" como tu me tenga cautivada en más de una ocasión. Sí, sin sorprenderme es fácil decirte lo hermoso que has convertido mis días de lunes a viernes al llegar. Te miro así, sin que nadie se percate. Te ves tan bien de traje, siempre lo he aceptado y no tengo ningún problema en hacerlo. La cosa es que yo para ti, no soy buena.
Tienes 4 años menos que yo. Es para que todavía creas en el amor y sueñes con la típica casita de campo con cerca blanca, esposa, dos hijos y un perro. Yo sueño con despertarme a tragos de whiskey y un cigarro, apagando el despertador con una increíble resaca, sacando de mi diccionario las palabras "amor, matrimonio, novia, novio..."
Pero debo aceptar que tu manera de cautivar me tiene loca. Los niños tímidos y parcialmente nostálgicos son una especie rara, en peligro de extinción dentro de mis parámetros. Tu eres tan dulcemente raro que cada vez que te atreves a besarme pienso que será la última y entonces cierro los ojos, cosa que yo nunca hago, y siento tu mano derecha rodear mi minúscula cintura. Maldito, besas tremendo. Y entonces siento una corriente de agua esparcirse por todo mi cuerpo, así despacito y entonces tu te agitas y escucho tu respiración como los chicos que se asustan de estar haciendo una travesura y me es fácil sentirme atraparme por esa sensación nerviosa, tus labios tiemblan y... También los míos, por nervios de que alguien me acuse de abuso infantil.
No puedo creerlo, eres todo un niño. 25 años...
Y me encantas...
Debo confesar que sé que durará poco, eso es lo que me tiene entusiasmada, ya sé que hay una mujer que se moriría por estar contigo y tu perfectamente sabes que conmigo no tienes futuro, pero lo voy a disfrutar hasta que dure, porque ¿sabes? yo vivo de momentos. Y que lindo despertar con el recuerdo del beso más tierno que me han dado... En la vida.
La verdad sobre los amantes
La naturaleza de un amante es bien sencilla: Llenar el espacio que otra persona por su ineptitud es incapaz de llenar.
En otras palabras: suplir deficiencias.
Creo que esa es la razón por la cual siempre habremos amantes, a mí muy particular parecer, y creo querido diario que podría distar del de muchos, siempre habrá relaciones que en algún momento de su existencia se consideraran incompletas, deficientes, faltosas de... Algo.
Y una que siempre se encuentra a dar...
Es cierto que somos muy pocas las personas que somos así: Deseosas por dar, pero nunca faltamos, aunque en algunas ocasiones nos reservemos un poco...
Es que ¿A quien puede negársele un beso?
¿una caricia?
All we need is love... Y yo, tengo mucho... Por repartir.
En otras palabras: suplir deficiencias.
Creo que esa es la razón por la cual siempre habremos amantes, a mí muy particular parecer, y creo querido diario que podría distar del de muchos, siempre habrá relaciones que en algún momento de su existencia se consideraran incompletas, deficientes, faltosas de... Algo.
Y una que siempre se encuentra a dar...
Es cierto que somos muy pocas las personas que somos así: Deseosas por dar, pero nunca faltamos, aunque en algunas ocasiones nos reservemos un poco...
Es que ¿A quien puede negársele un beso?
¿una caricia?
All we need is love... Y yo, tengo mucho... Por repartir.
01 01 2010
Hola:
Sólo quería saber como estabas. Saludos.
P.D.
Sí, ya sé que es mucho tiempo, es que por casualidad esperada, me topé con algunas cartas tuyas.
¡Qué manera de empezar el año!
Sólo quería saber como estabas. Saludos.
P.D.
Sí, ya sé que es mucho tiempo, es que por casualidad esperada, me topé con algunas cartas tuyas.
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